GARA
WASHINGTON

Trump sigue deshojando las opciones para el acuerdo comercial con China

La cuarta ronda negociadora entre las delegaciones de EEUU y China no había cerrado anoche las puertas al acuerdo, pero tampoco estaba claro si se llegará a tiempo para el 1 de marzo o se ampliará el plazo.

Donald Trump tenía previsto recibir anoche en la Casa Blanca al jefe de la delegación negociadora china, Liu He, como colofón a la nueva ronda de discusiones que ha tenido lugar esta semana en Washington con el objetivo de poner fin al conflicto desatado por el presidente estadounidense para forzar a Pekín a reformar algunas de sus prácticas comerciales.

La noticia de este encuentro y los rumores sobre avances en las negociaciones tranquilizaron a los mercados tanto en Europa como en Estados Unidos. «Los mercados ya han hecho la paz con China, antes de que la hagan los estadounidenses. Para ellos, la guerra comercial ha terminado. Esperemos que no se vean decepcionados», comentó a AFP Gregori Volokhine, analista de Meeschaert Financial Services en Nueva York.

Las delegaciones de ambas partes iniciaron el lunes en la capital estadounidense la cuarta ronda de negociaciones. Primero lo hicieron a nivel de altos funcionarios, mientras que los principales negociadores, Robert Lighthizer y Liu He, se sentaron en la mesa el jueves para intentar delimitar un espacio para el acuerdo. Apenas resta una semana para que expire el plazo marcado por Trump, el 1 de marzo, para establecer nuevos aranceles del 25% sobre productos chinos importados por valor de 200.000 millones de dólares, a los que actualmente se les impone una tasa del 10%. No obstante, el propio Trump ha dejado entrever que podría dar un plazo suplementario a los negociadores si se percibe «un verdadero acuerdo».

La semana anterior, el presidente de China, Xi Jinping, recibió a Lighthizer y al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, que encabezaron las conversaciones mantenidas en Pekín. Y Trump ha dicho reiteradamente que está dispuesto a reunirse con Xi para cerrar personalmente los puntos más espinosos.

Reformas estructurales

Además del enorme déficit comercial, de más de 330.000 millones de dólares, Estados Unidos reprocha a China prácticas comerciales «desleales» y le reclama medidas para poner fin a las mismas.Washington exige, sobre todo, que Pekín ponga fin a la imposición de transferencia de tecnología a las empresas extranjeras que quieren entrar en el mercado chino, el respeto de los derechos de propiedad intelectual, el fin del pirateo informático y el levantamiento de las barreras no aduaneras como las subvenciones públicas.

Según los expertos, las dificultades residen en que China acepte un efectivo mecanismo de control de la aplicación de un eventual acuerdo.