Eva Sallaberry y Julien Fort
Militantes de Bizi!
GAURKOA

Ellos defienden símbolos, y nosotros, vidas

Sébastien Lecornu, ministro de Colectividades Territoriales, Bruno Le Maire, ministro de Economía y Franck Riester, ministro de Cultura, han denunciado «con la mayor firmeza» la retirada de retratos del presidente Macron por parte de los movimientos Bizi y Action Non-Violente COP21 el 21 de febrero en París, Lyon, Ustaritz y Biarritz.

Para Sébastien Lecornu, «la retirada voluntaria y mediática de los retratos del presidente de la República es un atentado simbólico contra nuestras instituciones democráticas y debe cesar de inmediato. Además, viola los equilibrios republicanos que se han respetado desde siempre, cualquiera que fuera la alternancia política. Respetemos la República».

Según Bruno Lemaire, «la retirada de retratos del presidente de la República es inaceptable. No se atenta contra los símbolos de la República».

Por su parte, Franck Riester añade que «los símbolos de la República deben ser respetados y defendidos. Descolgar el retrato del presidente de la República en un ayuntamiento es inaceptable».

Tras estas declaraciones dos militantes de Alternatiba/ANV-COP21 Lyon han sido detenidos y se han llevado a cabo tres registros para tratar de encontrar un retrato de Macron. Al parecer, la Policía busca a otros militantes.

La historia recordará que en el momento en que centenares de miles de personas se manifestaban cada mes para reclamar políticas ambiciosas contra el cambio climático; cuando los y las estudiantes de secundaria hacían huelga para protestar por la irresponsable actitud de los dirigentes políticos ante este crimen contra la humanidad que se está gestando; cuando dos millones de ciudadanas y ciudadanos apoyaban una acción judicial contra el Estado francés por su inacción climática, tres ministros se indignaban por acciones simbólicas cuyo objeto era llamar la atención sobre la extrema gravedad y el carácter inaceptable de la situación.

La historia recordará que, en una época en que militantes se arriesgaban, a cara descubierta, a ir a la cárcel (recordemos los dos meses de prisión que supuso a un militante Démo el hecho de llevarse la Marianne del ayuntamiento de San Juan de Luz) para defender la vida humana en la Tierra, tres ministros defendían símbolos. Como si descolgar un retrato del presidente fuera lo que amenazaba a la República y no su inacción ante la perspectiva de un caos climático que se llevará por delante no una fotografía oficial, sino la democracia y la paz en el mundo.

Por el contrario, para Bizi y ANV-COP21 el descuelgue respecto de los objetivos de limitar el calentamiento climático aprobados en el Acuerdo de París es lo que constituye un verdadero escándalo y una verdadera amenaza para la población.

El Gobierno respondió al manifiesto que le interpela por su inacción climática “El escándalo del siglo”, firmado por más de dos millones de ciudadanos, diciendo que no cambiará de rumbo en su política climática actual. Sin embargo, esta no permite cumplir ninguno de nuestros compromisos en cuestión de reducción de gases de efecto invernadero, reducción del consumo de energía o desarrollo de energías renovables. De esta manera el presidente Macron traiciona los objetivos del Acuerdo de París, que Francia y todos los Estados del mundo adoptaron durante la COP 21 en París: limitación del calentamiento climático por debajo de los +2ºC o +1,5ºC en relación con la era preindustrial. Renegar de estos compromisos equivale a cometer un crimen climático, ni más ni menos.

Son el presidente Macron y su inacción ante el riesgo climático los que amenazan hoy la democracia. Al no implicarse a fondo para impedir el aceleramiento del clima contribuye a construir un mundo abocado al caos, a las penurias alimentarias y de agua potable masivas, a las epidemias difíciles de frenar, a las guerras por el acceso a los recursos, a la violencia de masa para rechazar a los centenares de millones de migrantes climáticos que huyen de los territorios convertidos en inhabitables; en definitiva, un mundo donde la paz y la democracia no serán más que recuerdos lejanos.

El descuelgue de los retratos del presidente son parte de una dinámica ciudadana de movilizaciones para exigir a nuestros dirigentes que pasen de los grandes discursos por el clima a los actos concretos e inmediatos. La próxima cita masiva de esta movilización permanente tendrá lugar en todo el mundo los próximos 15 y 16 de marzo. En Iparralde, habrá una huelga de institutos el 15 de marzo, y el sábado 16 se desarrollará una marcha por el clima en Anglet. Hasta entonces se seguirán confiscando fotos oficiales del presidente Macron en todo el Hexágono, y los retratos solo se devolverán cuando el presidente Macron emprenda una política coherente con una trayectoria francesa compatible con los +2 °C o +1,5 °C en relación con la era preindustrial.