La decisión de la Fed de parar la subida de los tipos de interés este año fue todo un jarro de agua fría para los inversores. Si hasta hace pocos meses esta medida hubiera sido bienvenida porque un encarecimiento del dinero podría poner en peligro el crecimiento económico, ahora crece la preocupación por el reconocimiento de una desaceleración global y, en segundo lugar, un riesgo creciente de recesión. Además, adelantó su intención de ralentizar la reducción del balance en mayo y pararla por completo en setiembre.

Por otro lado, se mantiene el caótico proceso para el Brexit. Desde Bruselas se pide ahora a Londres una decisión final para antes de las elecciones europeas del 26 de mayo, frente a la extensión de la prórroga hasta el 30 de junio solicitada por Theresa May el miércoles. Los inversores deberán cotizar a diario los cambios de dirección de los acontecimientos y el confuso panorama político del otro lado del Canal de la Mancha.

Los temores expuestos por los bancos centrales tras sus últimas reuniones se convirtieron ayer en un lastre insuperable para las bolsas europeas. Tan solo Londres (+0,88%) esquivó la presión vendedora alentado por una leve mejoría en el pronóstico de crecimiento para el primer trimestre por parte del Banco de Inglaterra. El Ibex terminó con caída del 0,53%, hasta los 9.355,60 puntos; Fráncfort bajó 0,46%, y París, un 0,07%.

Dentro del Ibex, los bancos pagaban por la demora en la subida de los tipos de interés. Sabadell cedía un 3,14%; Bankinter, un 2,54%; Santander, un 2,52%; Bankinter, un 1,36%; y BBVA, un 0,87%. Entre los grandes valores, Telefónica sumaba un 0,18%, e Inditex, un 0,73%. Los títulos de Acciona (+1,62%) y Cellnex (+1,53%) despuntaron entre los ganadores.