Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS
Periodista
AZKEN PUNTUA

Necesidad de la belleza

He renunciado al pensamiento frente a los políticos actuales. Me tocó una mala época de regresión de la inteligencia y no creo que mi vida alcance una mínima restauración de la misma.

El otro día vi interactuar a un delfín y estoy seguro que su nivel de talento no lo logra ningún ministro actual de Marina. Por lo tanto me limito a compensar esta desaparición de la inteligencia humana para concentrarme en las cualidades estéticas de sus portadores.

El otro día vi un programa de bebés de distintas clases de animales y a continuación la cadena enfocó al presidente Trump en un viaje a oriente para hablar con el dictador coreano del norte. Fue descorazonador. Me pregunté que saldría si cruzásemos a los dos.

En España me pasa lo mismo con la mayoría de los políticos. Los portavoces de Vox, por ejemplo, son estéticamente intragables.

Hay un portavoz socialista que parece uno de esos ejemplares de dormilón que aparecen en los reportajes sobre la selva.

En cuanto a los guapos de Ciudadanos son como tapaderas de los envases de bombones que venden los grandes almacenes.

Yo exigiría una suerte de desfiles antes de las elecciones. Estoy seguro de que el secretario general del PSOE volvería a ser jefe del gobierno si desfilara con una sombrilla.