El secretario del comité de empresa de La Naval, Juanjo Llordén, considera que resulta «muy vil y cobarde» acusar a los sindicatos de ser responsables de la ausencia de inversores por haber recurrido el ERE de extinción. Añadió que se está usando ese argumento, precisamente, «como tapadera para justificar la ausencia de inversores, a los que llevamos esperando dos años y siguen sin aparecer, y el recurso fue puesto hace un mes».

Hizo esta valoración al inicio de la manifestación que se llevó a cabo ayer en Bilbo y que se detuvo ante las sedes del PSE y del PNV.

Por su parte, fuentes del departamento de Desarrollo Económico del Gobierno de Lakua confirmaron que el Juzgado de lo Mercantil que lleva el proceso de liquidación del astillero de Sestao ha resuelto que el procedimiento del concurso de acreedores fue «fortuito» y ha eximido de responsabilidad en la quiebra a sus administradores. Esa calificación suele ser parte del procedimiento habitual en estos casos si no se detectan actuaciones delictivas por parte de los gestores de las empresas que hayan tenido como consecuencia su cierre, explicaron las mismas fuentes.

Llordén comentó que esa cuestión no tiene especial relevancia para la plantilla. «Nuestra guerra es intentar reflotar La Naval, empezar a trabajar con la draga (que se construía para el armador Van Oord) y que los gobiernos compren» el astillero.

Respuesta a Rementeria

El portavoz sindical también señaló que hubiera «agradecido» al diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, que hubiese hablado con los trabajadores de La Naval antes de decir en los medios que éstos tenían posibilidades de recolocarse en otros astilleros vascos porque existe demanda de empleo.

«Le podríamos haber explicado la situación», manifestó antes de preguntar: «Además, ¿cómo le puedes decir a un trabajador que tiene unas garantías de empleo público en Navantia que se vaya a Zamakona y a los dos meses te echan. ¿Y qué pasa?, ¿te quedas sin trabajo?».