El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció un acuerdo con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para el envío de ayuda humanitaria. «El Gobierno y el CICR acordaron «trabajar conjuntamente con los organismos de la ONU para traer a Venezuela toda la ayuda de carácter humanitario que pueda traerse», manifestó.

Remarcó que la cooperación debe gestionarse «sin politiquería, sin politización farsante y por los caminos de la legalidad y el respeto».

Los parámetros de la ayuda se plasmarán en un documento que «esta negociando» el ministro de Exteriores Jorge Arreaza, añadió Maduro, quien el martes se reunió en Caracas con el presidente del CICR, Peter Maurer.

«La finalidad de esta visita fue confirmar y expresar la voluntad del CICR de intensificar sus actividades en favor de la población venezolana», explicó, por su parte, Maurer en un comunicado al término de su viaje de cinco días.

Durante su estancia, según precisó, mantuvo encuentros con Maduro así como «con funcionarios de diferentes ministerios gubernamentales y con representantes del poder legislativo», en referencia a la Asamblea Nacional, liderada por el autoproclamado presidente Juan Guaidó.

«Me satisface comprobar que las autoridades están dispuestas a trabajar con nosotros para atender las necesidades humanitarias que hemos identificado de forma consensuada», resaltó Maurer. «En estos días he podido conversar con muchos venezolanos y ver que enfrentan desafíos a diario debido al deterioro de servicios básicos frágiles, incluido el acceso a la atención de salud», indicó el presidente del CICR.

EEUU presiona a la UE

El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, presionó a la UE para que actúe en contra de Maduro y de quienes forman parte del Gobierno venezolano o lo apoyan.

«La UE debería considerar si quiere convertirse en un patio de recreo para venezolanos que son criminales, o para sus familias, gente que realmente han robado dinero al pueblo venezolano», dijo en una rueda de prensa en Madrid. Sostuvo que la UE podría pensar en restringir más las visitas o los permisos de residencia, en imponer sanciones contra individuos o en congelación de activos venezolanos. Reiteró que «todas las opciones», incluida la militar, siguen sobre la mesa.