La Delegación General de la Administración Penitenciaria y de Reinserción de Marruecos anunció ayer el traslado colectivo de presos rifeños encarcelados en la ciudad de Casablanca hacia cárceles del norte del país.

Según informó en un comunicado, la medida afectará a 42 activistas de Al Hirak al Chaabi que fueron condenados en apelación el pasado 5 de abril por un tribunal de Casablanca a penas de entre uno y 20 años de cárcel. Los jueces también confirmaron la condena a tres años de cárcel del periodista local Hamid el Mahdaui, quien cubrió las protestas.

La fuente no precisó cuántos presos serán trasladados, ni dio detalles sobre si está incluido en esta decisión el líder del Hirak, Naser Zafzafi, que fue condenado a 20 años de cárcel. Únicamente indicó que Los traslados se harán según criterios relacionados «con la duración de la pena y las condiciones familiares y sociales» de cada caso.

La decisión de la administración penitenciaria se produce después de que Zafzafi –detenido en mayo de 2017– y otros activistas se declararan hace cinco días en huelga de hambre en protesta por las duras condenas, y dos de ellos (entre ellos Zafzafi) se cosieron los labios durante un día.

HRW critica la sentencia

La ONG Human Rights Watch (HRW) criticó con dureza el veredicto del pasado viernes, tildándolo de «venganza» y cuestionando el hecho de que esté «en parte fundado sobre confesiones manchadas de sospechas de tortura». Advirtió de que el veredicto contra el Hirak «puede volverse contra Marruecos en un momento en que la cólera popular se extiende por las calles de la región».