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Londres

May vuelve a urgir a los diputados a aprobar su acuerdo tras la nueva prórroga

Theresa May criticó ayer las condiciones impuestas por los 27 para la nueva prórroga del Brexit, fijada hasta el 31 de octubre, al tiempo que instó a los parlamentarios a apoyar la elaboración de un compromiso transpartidista que permita a Reino Unido abandonar la UE antes de las elecciones europeas de mayo.

La primera ministra británica, Theresa May, remarcó ayer que su «prioridad» sigue siendo sacar al país de la Unión Europea (UE) con un acuerdo «lo antes posible», frente al nuevo calendario para el Brexit, que lo aplaza al 31 de octubre pero puede producirse antes si los parlamentarios británicos aprueban el plan de Gobierno. Durante su intervención en la Cámara de los Comunes criticó las condiciones impuestas por los Veintisiete para la nueva prórroga e instó al Westminster a dar luz verde al proceso de divorcio.

Tras siete horas de reuniones , los líderes europeos acordaban conceder una prórroga a Londres. Ni el año que propuso Donald Tusk, ni hasta el 30 de junio, como pidió May. El 31 de octubre es el último día del actual ciclo de la Comisión Europa, de forma que el Ejecutivo comunitario se blinda frente a posibles influencias británicas y eventuales maniobras de sus eurodiputados, si los hay.

May dijo que la prórroga acordada es un «compromiso» pero quiso destacar que sigue siendo el Parlamento británico quien decidirá la fecha en la que abandona la UE y cómo lo hace.

Aclaró que expresó su rechazo a las «estrictas condiciones» impuestas para este nuevo aplazamiento, pero advirtió a los parlamentarios de que el Consejo Europeo reiteró el miércoles que el Tratado de Retirada «no puede ser reabierto».

La premier dejó claro, además, que la Cámara de los Comunes será la que decida si Reino Unido participa en las próximas elecciones europeas. Por ello, emplazó a los diputados a alcanzar un acuerdo para sacar adelante el proceso de salida del bloque comunitario y cumplir así «lo que el pueblo británico votó» este mismo mes para evitar los comicios.

May ha admitido que las conversaciones con el Partido Laborista para cerrar un acuerdo sobre el Brexit son «incómodas» y afirmó que, en el caso de que fracasen, su Ejecutivo está preparado para impulsar unas nuevas «votaciones indicativas» en el Parlamento sobre los nuevos pasos a adoptar para materializar la salida de la UE. No obstante, urgió a los diputados a apoyar la elaboración de un compromiso transpartidista que permita a Reino Unido dejar la UE antes de las elecciones.

«Debemos continuar nuestros esfuerzos para alcanzar un consenso sobre un acuerdo, en interés nacional», dijo al referirse al diálogo entre el Gobierno y la oposición laborista. «Alcanzar un acuerdo no será fácil porque para que sea exitoso implicará que ambas partes deberán realizar compromisos», manifestó.

Por su parte, el líder laborista, Jeremy Corbyn, emplazó al Ejecutivo a dialogar para sacar adelante el Brexit. Si el Gobierno conservador quiere que «estas negociaciones sean un éxito, deberá llegar a compromisos», indicó Corbyn, y sostuvo que si no se llega a un consenso, «las líneas rojas deben moverse».

Frustración entre los partidarios del Brexit

Los partidarios del Brexit se mostraron exasperados por la nueva prórroga.

«Parece que no se va a acabar nunca», decía frustrado a AFP Tom Dwyer, de 63 años, un obrero jubilado de Tilbury, que votó por el Brexit hace tres años. Los políticos «son como pollos sin cabeza, no saben lo que hacen. Nunca he conocido a una primera ministra más incompetente», aseguraba.

También los diputados tories más euroescépticos estaban furiosos y frustrados. «Es muy difícil de ver algún progreso en todo esto», declaró a la radio BBC el exministro del Brexit, David Davis, que dimitió en julio por su desacuerdo con la estrategia de la primera ministra.

«No preveo que las conversaciones con el Partido Laborista den resultado», dijo. «La única forma que veo para que esto ocurra es que la primera ministra acepte la adhesión a una unión aduanera» con la UE, la principal propuesta laborista, que Theresa May no quiere asumir.GARA