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Assange, un símbolo mundial víctima del giro en la política en Ecuador

Julian Assange escapó durante siete años de la ira de EEUU refugiado en la Embajada de Ecuador, que le dio y luego le retiró su protección. Terminó siendo víctima del giro en la política ecuatoriana.

Cuando recibió asilo diplomático de Ecuador en 2012, tras refugiarse en la sede de Quito en Londres, Julian Assange era visto como el símbolo perseguido de la libertad de expresión y un activo de los gobiernos progresistas que se oponían a EEUU.

El australiano, que entonces tenía 40 años y enfrentaba una investigación en Suecia por presuntos delitos sexuales que más tarde fueron archivados, había dejado al desnudo la diplomacia de Washington mediante la filtración de miles de cables secretos. Ecuador entonces estaba gobernado por Rafael Correa, que plantaba cara a EEUU. «Cuando le concedimos el asilo, no fue para justificar todo lo que hizo, quizás hizo cosas ilegales, pero no tenía garantías de un proceso justo en EEUU», señaló Correa a AFP desde Bélgica.

Siete años después ni Assange ni Ecuador son iguales.

El jueves el fundador de WikiLeaks fue sacado por policías británicos de la Embajada ecuatoriana en Londres, donde permaneció siete años. Reino Unido le acusa de haber violado la libertad condicional en 2012. Antes, Quito le había retirado su protección y, un día antes, la nacionalidad ecuatoriana concedida en 2017, alegando la reiterada violación de las normas de asilo y de un protocolo de comportamiento. Incluso el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, exvicepresidente de Correa y ahora convertido en su mayor adversario, lo llamó «miserable hacker» y «malcriado».

Lo que llevó al presidente a tomar esa decisión fue la sospecha de que WikiLeaks pirateó comunicaciones de Moreno y de su familia para filtrar fotos, vídeos y conversaciones privadas, que dieron munición a los opositores y que, según Correa, revelaban un caso de corrupción en que está envuelta la familia presidencial. Lo cierto es que la suerte de Assange cambió con la llegada de Moreno a la Presidencia en 2017.

Correa asegura que Moreno ofreció Assange a EEUU a cambio de ayuda financiera. Washinton lo considera una amenaza para su seguridad y ha pedido su extradición para que responda por la filtración de los cables secretos, por lo que podría ser condenado a cinco años de cárcel.

Assange, que ya ha pasado dos noches en la prisión inglesa de Belmarsh, se enfrenta a un largo combate judicial en Londres contra su extradición. Antes deberá cumplir la pena que, si es hallado culpable de violar la libertad condicional, se le imponga en Inglaterra y que podría oscilar entre los 18 y los 24 meses de cárcel.

Agentes consulares australianos prevén visitarlo lo antes posible, anunció la ministra australiana de Exteriores, Marise Payne, que se declaró «convencida» de que será «tratado de manera justa».