Mikel INSAUSTI
CRÍTICA «Dobles vidas»

Análisis lampedusiano del actual mercado editorial

Resulta gracioso que en una película en torno al debate literario se den tantas citas cinéfilas, pero tratándose de alguien tan culto como Olivier Assayas todo es posible. Y si “Non-fiction” (2018) se basa en el pensamiento lampedusiano parece apropiado que convergan literatura y cine a cuenta de “El gatopardo” (1963) de Luchino Visconti, donde resonaba la paradójica frase: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. A partir de ahí también sale a la palestra Ingmar Bergman, a propósito de “Los comulgantes” (1963), porque el sacerdote protagonista decía misa en una iglesia vacía como reflejo de la pérdida de la fe. Con semejantes referencias Assayas se permite hacer bromas a cuenta de Haneke y de “La cinta blanca” (2009), debido a que un novelista prefiere situar la escena de una felación durante la proyección de la película del austriaco en lugar de durante la de “Star Wars: El despertar de la fuerza” (2015), que es como ocurrió en realidad, pensando que así le iba a quedar más interesante.

Está claro que Assayas además de ver muchas películas y leer muchos libros es también de los que repasan la prensa diaria. Maneja cantidad de información, que puesta en boca de sus personajes aporta nuevos y más diversos puntos de vista a la discusión. Gracias a su última realización francófona, antes de mudarse a Hollywood, me he enterado de la existencia de un invento llamado Espresso Book Machine, que es una impresora para la autoedición de libros en cinco minutos.

Este fabuloso aparato, junto con el E-Book, las plataformas digitales, los archivos de Google o los audiolibros leídos por estrellas de la pantalla sirven de pretexto para analizar la situación del mercado editorial. La contradicción del futuro literario pasa por la pertinaz resistencia a desaparecer del libro en papel, así como por el hecho de que cada vez se publiquen más ejemplares para menos lectores.