Natxo MATXIN
OSASUNA

Récord de puntuación histórica

Nunca la escuadra navarra había llegado a los 70 puntos, pero lo logró en un partido muy complicado que resolvió por su gran eficacia.

ELCHE 1

OSASUNA 2


No fue ni mucho menos el mejor encuentro de un Osasuna que estuvo durante muchas fases sometido al mayor empuje del rival, pero los goles mandan y ahí el cuadro navarro es todo un catedrático. La victoria en el Martínez Valero le permite firmar una puntuación histórica –nunca había llegado a los 70 puntos–, superar la presión de sus inmediatos perseguidores y le pone a un paso del ascenso.

Apostó Jagoba Arrasate por darle más músculo al medio campo con la entrada inesperada de Luis Perea en lugar de Fran Mérida, pero no dio los resultados apetecidos, con una escuadra rojilla que en la primera parte permitió mucho, demasiado. No solo encajó a la primera que tuvo el Elche, sino que después fueron los locales quienes dispusieron de las mejores ocasiones para doblar sus números en el luminoso.

Mucho espacio es el que encontró el anfitrión para aprovecharse del descontrol y las pérdidas rojillas. De una de ellas –error no forzado de Oier en un pase que parecía sencillo– nació el 1-0, en el que también colaboraron la pasividad de Barja y Clerc para entrarle a Iván Sánchez solo en el último momento, cuando el extremo ya había armado el disparo. Una vez más, Osasuna tenía que nadar contracorriente, pero reaccionó con entereza, especialmente por mediación de Roberto Torres, el más peligroso en ataque antes del descanso.

Parecía que el empate podía estar cerca, pero el Elche ajustó líneas, achicó huecos y se fue haciendo con el control, hasta voltear el peligro hacia la meta de Rubén Martínez. Qasmi y Nino dispusieron de buenos lances, pero sobre todo Josan –Nacho Vidal era incapaz de contrarrestar sus penetraciones– y Dani Calvo tuvieron en sus botas el 2-0.

El conjunto navarro se salvaba de la quema, pero volvía a mostrarse frágil en el apartado defensivo, con mucha distancia entre líneas y concediendo al rival más de lo que se le presupone al equipo que esgrime la condición de líder. Quedaba mucho trabajo a corregir por Arrasate con la llegada del receso y el poco caso que le habían hecho los suyos ante la intensidad destructora que les había pedido en la previa del choque.

Eficacia determinante

No varió mucho el panorama al inicio de la segunda parte, con un Osasuna que siguió tremendamente impreciso y un Elche que transmitía un inmenso peligro por sus dos bandas. Otra vez Josan pudo dejar la contienda muy complicada para los intereses rojillos, pero no precisó su punto de mira.

El conjunto navarro necesitaba de un destello, por muy aislado que fuese, para meterse de lleno en el envite. Y este llegó de estrategia, en una falta lateral muy bien botada y un David García muy atento al rechazo de la zaga ilicitana para firmar su segundo gol liguero en la presente temporada.

El empate devolvió la sonrisa al casi medio millar de aficionados que se desplazaron hasta Elche y parecía que podía enganchar a los pupilos de Arrasate quienes, sin embargo, continuaron sufriendo a borbotones. Lejos de ver al Osasuna de las reanudaciones, el equipo tuvo que correr detrás del cuero y padecer a un adversario muy valiente, que puso cerca al marco defendido por un Rubén Martínez obligado a emplearse a fondo.

El cancerbero gallego negó el 2-1 a un activo Nino, que poco después estuvo a punto de marcar con un tremendo voleón. Pero el acierto estaba del lado navarro, en el momento que apareció ese Roberto Torres que está protagonizando una sensacional campaña. El latigazo del de Arre, sin apenas ángulo, bien puede suponer la antesala del ansiado ascenso. Una vez más, la eficacia fue determinante.