Beñat ZALDUA

Fin de los testigos policiales en el TS, turno para políticos

Ayer declararon en el juicio contra el 1-O los consellers que dejaron el Govern en julio de 2017. Mantuvieron un perfil bajo e insistieron en que la voluntad primera siempre fue pactar el plebiscito con el Estado.

Se ha acabado el turno del séptimo de caballería en el Tribunal Supremo. Así es como nombraban varios periodistas de medios españoles a las decenas de guardias civiles y policías que durante las últimas semanas se han dedicado a tatuar en las paredes del Tribunal Supremo el discurso según el cual, en otoño de 2017, acudieron pacíficamente a cumplir la ley a Catalunya, donde se encontraron hordas violentas cargadas de odio. El tribunal tiene servido el relato que podrá sustentar, si así lo deciden de aquí unos meses, la sentencia condenatoria contra el independentismo catalán.

Acabados los testigos de uniforme, el protagonismo vuelve a los políticos. Ayer, a seis días de las elecciones estatales, el guion decía que era el turno para el vicepresident de la Generalitat, Pere Aragonès. El también adjunto a la presidencia de ERC se presentó en el Supremo, pero pidió al tribunal no declarar, dada su condición de investigado en la pieza que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) tiene abierta sobre el 1-O contra varios aforados.

También estaba previsto que declarase el exdirector de los Mossos d’Esquadra, Albert Batlle, cuya animadversión respecto a los líderes independentistas juzgados es conocida. Por un error en las citaciones, sin embargo, Batlle no acudió ayer, por lo que declarará hoy, junto a figuras políticas conocidas como Joan Ignasi Elena, Neus Lloveras o el conseller de Exterior, Alfred Bosch. El jueves será el turno, entre otros, de Gerardo Pisarello y David Fernández.

Exconsellers y Mossos en el TS

Diluido el morbo que tenía la jornada, el protagonismo fue para exconsellers como Jordi Baiget, Jordi Jané y Meritxell Ruiz. Al primero lo destituyó Puigdemont en julio de 2017 y los otros dos dimitieron poco después. La defensa esperaba sacar algo de estos exconsellers que salieron del Govern cuando las cosas empezaron a ir en serio con el 1-O, pero mantuvieron un perfil bajo e insistieron sobre todo en que la voluntad principal siempre fue pactar el referéndum con el Estado.

También declararon dos Mossos del área de mediación, que tuvieron un papel relevante en el departamento de Conselleria el 20S. Ambos negaron las escenas de violencia relatadas por las acusaciones y destacaron el papel facilitador de los líderes de la ANC y Òmnium.