GARA
pretoria

Cyril Ramaphosa promete hacer prosperar Sudáfrica

Cyril Ramaphosa inició ayer su mandato como presidente de Sudáfrica para los próximos cinco años prometiendo a su país «días mejores». Ahora se espera que presente rápidamente el Gobierno al que encargará relanzar la economía y erradicar la corrupción.

Cyril Ramaphosa prestó hoy juramento para continuar como presidente de Sudáfrica, en una ceremonia multitudinaria en Pretoria que coincidió con la celebración del Día de África y en la que el jefe de Estado prometió impulsar el país y limpiar la corrupción.

Unas 36.000 personas, lo más granado de la clase política local y cuarenta jefes de Estado y de Gobierno extranjeros asistieron al acto en Pretoria.

«Soy consciente de los desafíos que nuestro país afronta, pero también reconozco que nuestro pueblo está lleno de esperanza por un mañana mejor», afirmó Ramaphosa, reelegido oficialmente el miércoles por el Parlamento para liderar de nuevo el Gobierno tras la victoria del Congreso Nacional Africano (ANC) en las elecciones del 8 de mayo; aunque con sus peores resultados en 25 años (57,5%), lo que demuestra la baja de su popularidad castigado por la corrupción y los graves problemas socioeconómicos.

Desde su llegada al poder hace un año, Ramaphosa insiste en que pasará la página de la mala gestión de Jacob Zuma, afectado por una serie de escándalos político-financieros que dañaron al Estado y al partido.

Aunque se han logrado avances en 25 años, Sudáfrica sigue siendo uno de los países más desiguales del planeta, afectado por un 27% de desempleo, una fuerte tasa de pobreza y una corrupción galopante que corroe el funcionamiento de gran cantidad de instituciones pública. Combatirlas serán los principales retos, junto a la polémica pero necesaria reforma de la propiedad e la tierra, mayoritaria- mente en manos blancas.

«Pese a nuestros más serios esfuerzos, muchos sudafricanos aún se van a la cama con hambre, muchos sucumben a enfermedades tratables, muchos viven con carencias intolerables. Demasiados no trabajan, especialmente los jóvenes. Recientemente, nuestra gente vio cómo algunos de aquellos en los que habían puesto su confianza se rendían a la tentación del poder y la riqueza», reconoció.

No obstante, el presidente, al que la oposición no hará ningún favor, aseguró que los desafíos no son «insuperables» y animó a trabajar para construir una Sudáfrica sin racismo, sin sexismo, solidaria y mejor para las nuevas generaciones.

«Una nueva era se inicia para nuestro país. Días mejores se anuncian para Sudáfrica. Es tiempo para que construyamos el futuro al que aspiramos», enfatizó Ramaphosa.