Un grupo de parlamentarios del prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) encabezados por Leyla Güven y miles de presos kurdos encarcelados en Turquía pusieron ayer fin a la huelga de hambre que mantenían para protestar por las condiciones de encarcelamiento del histórico líder kurdo Abdullah Öçalan tras una petición realizada por este.

Güven inició su protesta en noviembre para exigir el fin del aislamiento impuesto a Öçalan en la isla-prisión de Imrali. A ella se sumaron varios diputados y 3.000 prisioneros. Ocho personas –siete de ellas en prisión– se han suicidado en este tiempo para denunciar sus condiciones de vida.

A través de una carta leída por sus abogados, Öçalan solicitó que «los camaradas que se han comprometido con las huelgas de hambre pongan fin a su protesta» al considerar que «el objetivo fue alcanzado». «Os quiero y os lo agradezco. Espero que sigáis caminando firmemente conmigo», señaló el líder kurdo.

Horas después, Güven indicó a través de un mensaje leído por el diputado Tayyip Temel, del HDP, que ponía fin a la huelga de hambre, ya que la misma ha alcanzado sus objetivos.

Öçalan se reunió el 2 de mayo con sus abogados por primera vez desde 2011. Días después, Ankara anunció que retiraba la prohibición sobre futuras visitas por parte de su equipo legal. El pasado miércoles se produjo un segundo encuentro.

El fundador del PKK fue condenado en 1999 a cadena perpetua tras la suspensión de la pena de muerte que pesaba sobre él hasta entonces. Lleva 20 años en la cárcel. Su estado de salud es bueno, según su hermano Mehmet, que le visitó el 12 de enero.

A pesar del aislamiento casi total al que está sometido, Abdullah Öçalan sigue siendo una figura esencial para la resistencia kurda en Turquía, donde el conflicto armado entre el PKK y el Estado se remonta a 1984.

El Ejército turco ha intensificado sus operaciones contra el PKK desde que Ankara rompiera la tregua en junio de 2015.