Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

A un viñetista genial

Querido Jabier: cuando el miércoles supe que, el 2 de junio, publicarás tu última viñeta en este diario, tuve claro lo que iba hacer; me olvidaría de los resultados electorales y la próxima columna la escribiría para ti, porque hablar de ti y de Tasio es como descubrir un noble sentido de la vida, en el que se mezcla la calidad humana y artística, el humor crítico de un hombre simpático y la genialidad de un viñetista sin miedo. Como recordarás, Camino, tú y yo nos conocimos cuando la edad de la jubilación la veíamos muy lejos y la militancia internacionalista muy cerca. Una semana de solidaridad con Cuba, organizada por Askapena en Gasteiz, fue nuestro punto de encuentro y el principio de una buena amistad. Desde entonces, hemos seguido mutuamente nuestro trabajo en este diario y, además, en el tiempo libre, hemos compartido comidas, canciones y guitarra; conversaciones serias y risas menos formales y algunos momentos duros para los que tú, Jabier, tuviste palabras de aliento y, Tasio, el ingenio de una viñeta que me hizo sonreír. Pero, para mí, lo más especial, es el roble que tenemos Camino, tú y yo, que crece en tu jardín, tan fuerte como la militancia que nos encontró. Te pedí permiso para escribir de ti y lo único que deseo decirte es que, al abrir GARA, siempre echaré de menos esos avisos críticos con la vida y el sistema que tú llamas viñetas.