Iñaki IRIONDO
GASTEIZ

Lakua se niega a remitir a la Cámara la norma de uso de las balas de foam

El Departamento de Seguridad se ha negado a remitir al Parlamento de Gasteiz la instrucción que tiene la Ertzaintza y que regula el uso de lanzadores y proyectiles de foam porque la tiene calificada como «reservada». La consejería accede a que el parlamentario que la pidió la pueda ver en sus instalaciones sin copiarla.

El Departamento de Seguridad de Lakua ha negado al Parlamento de Gasteiz el conocimiento de la instrucción que regula el uso de lanzadores y proyectiles de foam, asegurando que dicha norma está calificada como «reservada», por lo que «requiere una protección en cuanto a su disponibilidad, no pudiendo ser difundidas fuera de la organización policial».

Esto supone que unos criterios de actuación policial, de carácter meramente profesional, pero con clara afectación a la ciudadanía, que están en manos de los casi 7.500 agentes de la Ertzaintza, no pueden ser remitidos a 75 parlamentarios y parlamentarias.

La consejera, Estefanía Beltrán de Heredia, abre la posibilidad de que el parlamentario que ha requerido la información, Julen Arzuaga, de EH Bildu, pueda ver la documentación requerida en las dependencias administrativas del Departamento de Seguridad, pero sin «extraer una copia de la misma».

La petición de información sobre el uso del nuevo material «antidisturbios» de la Ertzaintza se produjo a raiz de que el 13 de abril una joven de 19 años tuvieran que ser hospitalizada con una fractura doble de mandíbula, de la que fue intervenida quirúrgicamente. La chica asegura que antes de recibir el balazo de foam vio que un agente le apuntó directamente a la cabeza.

Instrucción nº 74

Según señala la consejera en otra respuesta al mismo parlamentario, «la regulación, los principios y normas de utilización, así como los mecanismos de control del sistema lanza bolas con munición SIR o SIR-X, se recoge en la Instrucción nº 74 “Normativa de uso del lanza bolas”».

Dicha instrucción, considerada «reservada», asume «los principios de ‘legalidad’ (con especial referencia a las normas internacionales de derechos humanos), ‘necesidad o excepcionalidad’ (sólo cuando no sea posible resolver las situaciones por otras vías), ‘proporcionalidad’ (en relación con la intensidad de la agresión recibida), ‘idoneidad’ (valorando aspectos como los posibles riesgos para terceros) y ‘menor lesividad’ (procurar ocasionar el menor daño posible)», según explicó el propio Gobierno en su web Irekia.

«No disparar a la cabeza»

Tras las cargas de aquel 13 de abril, el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, aseguró en ETB que «no se dispara a la cabeza», pero en el mismo programa se pudo ver a agentes apuntar en paralelo al suelo, quizá con cierta elevación, con el arma a la altura del pecho.

El viceconsejero manifestó que «se va a ver y a analizar si se han seguido los protocolos. Y si la pregunta es si se apunta a la cabeza, la respuesta es que no se apunta a la cabeza, de acuerdo a las instrucciones», añadió Josu Zubiaga. La víctima afirmó a GARA, desde el hospital, que «me apuntó a la cara».

Hay control de los proyectiles y de los agentes

El Departamento de Seguridad afirma en la respuesta a otra pregunta de Julen Arzuaga que «sí» «existen registros precisos y adecuados para saber cuántos proyectiles se lanzaron y qué agentes» lo hicieron.

La consejera, Estefanía Beltrán de Heredia, atribuye el uso de las balas de foam a que «para atajar los desórdenes que estaban causando un grupo numeroso de personas y restablecer el orden público, la Ertzaintza tuvo que utilizar material antidisturbios para repeler el lanzamiento de piedras, adoquines, bengalas, tornillos, papeleras arrancadas, etc.; cortar el tráfico del tranvía y de vehículos en la zona, desviar a las personas que transitaban por el lugar, así como a quienes pretendían abandonar o acceder al Palacio Euskalduna», donde se celebraba un mitin de Vox.

El Gobierno informa de que el caso está siendo investigado por el Juzgado nº 5 de Bilbo, que será el que determine las responsabilidades, entre otras cosas sobre si se apuntó a la cabeza.

La familia de la joven herida ha asegurado que desde donde ella estaba no se arrojó ningún objeto a los agentes y recibió el disparo en la cara cuando comenzó a correr para huir del lugar. También hay serias discrepancias en el trato recibido por la Ertzaintza una vez de que ya había sufrido la rotura de mandíbula. I.I.