Aritz INTXUSTA

LOS ALUMNOS RECOGEN LA MEMORIA DE EZKABA Y SALEN HACIA UREPEL

«Las botellas de la libertad» comenzaron ayer su andadura desde Ezkaba a Urepel a manos de alumnos de instituto. La actividad se consolida tras arrancar el año pasado, pero todo el programa de Escuelas por la Memoria se tambalea tras el vuelco electoral.

Lo del Fuerte era cosa de los cuatro locos de siempre. Aquella fuga no tenía valor, no era nada que mereciera recuerdo según entendían las instituciones navarras mientras gobernaron UPN y PSN. A lo sumo, concernía a los parientes de los fusilados. En 2009, el Ejército español aprovechó para derribar los últimos vestigios de la transformación del fortín cañonero en campo de concentración. Los militares borraron las pintadas de los reos en las celdas y tumbaron el muro del patio. Pero pese a todo, el recuerdo pervivió y, por el momento, es un pilar del programa Escuelas con Memoria.

Ayer por la mañana partieron andando doscientos estudiantes. Ellos cubrirán la primera etapa de la ruta GR que se ha levantado siguiendo el recorrido de la gran fuga. Se trata de un itinerario sembrado de cuerpos y fosas. Algunas, todavía por encontrar. El 22 de mayo de 1938, escaparon 795 prisioneros y una despiadada cacería humana por los bosques se saldó con la captura de 585 fugados y 211 ejecuciones. Solo tres presos consiguieron escapar. Uno de ellos, Jovino Fernández, cruzó la muga por Urepel. Son sus pasos los que se recrean en esta GR.

Esta primera etapa se cerró, al igual que el año pasado, en la fosa de Olabe. Estudiantes de los institutos de Altsasu lanzaron unos bertsos en recuerdo de los enterrados en la cima de la colina, apenas a unos centenares de metros de la última casa. Aunque la verdadera experiencia fue recorrer los montes con cuatro descendientes de aquellos fugados, algunos de los cuales siguen buscando a los suyos a sabiendas de que no andarán muy lejos del sendero.

Los caminantes de los institutos de Altsasu, Zizur y Ochoa de Olza (Iruñea) comenzaron la andada con unas botellas con mensajes en el interior. Mañana cogerán esas «botellas de la libertad» a modo de testigo los alumnos de los institutos de Lizarra, Iturrama, Askatasuna y Mendillorri. Ellos cubrirán la última etapa de la GR, desde Sorogain hasta Urepel

«Esta marcha va calando, pero quién sabe si la continuidad está garantizada», comenta Josemi Gastón mientras baja de la fosa de Olabe. Todo el equipo que institucionalizó la memoria de Ezkaba siente vértigo tras el vuelco electoral. Además de marcar la GR, en estos cuatro años,han encontrado 42 cadáveres de presos huidos (y se les ha extraído el ADN), han elaborado una exposición conmemorativa del 80 aniversario y han recogido nuevos testimonios para el centro de documentación, como el de las mujeres que subían a llevar comida a los prisioneros. &discReturn;

«Hemos logrado convertir la fuga que quisieron olvidar en un atractivo», explica Gaston. Alumnos de institutos de Oloron y Dunkerque realizaron intercambios con centros navarros para ver la famosa huida. En contrapartida, estudiantes navarros han visitado enclaves importantes de la II Guerra Mundial. Además, el proyecto del fuerte ha servido para afianzar relaciones con memorialistas de todo el Estado, puesto que al penal llegaron presos de todos los territorios.

«Ha sido mucho trabajo y no sé si continuará con el próximo Gobierno. Pero vista la reacción de los chavales, me voy con el convencimiento de que, con ellos, la memoria está en buenas manos», afirma Gastón.