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nueva york

Los ataques a petroleros, un riesgo añadido a un tráfico con problemas

Miles de buques cisterna como los que fueron atacados el jueves en el Golfo de Omán operan en aguas turbulentas, entre peligros como la piratería, choques e incidentes geopolíticos. Los ataques, más infrecuentes que peligros como los piratas, pueden suponer, según algunos analistas, una forma de guerra híbrida que, sin provocar un conflicto directamente, aumente la tensión y eleve los precios del crudo en una «guerra de desgaste».

Unos 60 millones de barriles de crudo viajan a diario por mares de todo el mundo, según la Agencia de Información sobre Energía (EIA) de EEUU. Y un tercio de ese volumen pasa por el Estrecho de Ormuz, un paso clave para el tráfico mundial de petróleo que une el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán y donde ocurrieron los ataques del pasado jueves a dos petroleros.

La mayor parte de las exportaciones petroleras de Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak, y del gas natural exportado por Qatar, pasan por esa ruta.

«Bloquear un corredor, incluso temporalmente, puede llevar a aumentos importantes en los costos totales y los precios mundiales de la energía», advertía la EIA en 2017. Los últimos ataques siguieron elevando ayer el precio del petróleo. El barril de Brent para entrega en agosto terminó en 61,98 dólares, un 0,88% más que el jueves.

Frente a la amenaza de la piratería, la mayor y a la que los petroleros históricamente están más acostumbrados, hechos como los del jueves, en el que dos buques se incendiaron por un ataque con origen aún sin determinar son infrecuentes. Ocurren, además, semanas después del ataque a cuatro embarcaciones en Emiratos Árabes Unidos.

Y «después de meses de una escalada de tensiones por el abandono por parte de EEUU del acuerdo nuclear iraní, la guerra en Yemen y la carrera armamentística en la región», resalta Anthony Cordesman, analista de seguridad en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington. A su juicio, se asoma «la amenaza de una guerra híbrida» en la que Irán podría, sin lanzar oficialmente una ofensiva mayor, conducir «ataques esporádicos de poca envergadura» contra embarcaciones en el Golfo sin provocar necesariamente una reacción importante de EEUU o sus socios árabes, pero sí alzas en los precios petroleros y el equivalente a una guerra de desgaste. La teoría de la responsabilidad de Irán fue reiterada ayer por EEUU con la divulgación de un vídeo en el que supuestamente aparece una embarcación iraní retirando una mina adherida a uno de los barcos. En cambio, Teherán apuntó a EEUU y sus aliados al cuestionar «¿qué manos clandestinas han estado trabajando para socavar esos esfuerzos (de rebajar tensiones) ya quién se beneficia de eso?». Matt Smith, de ClipperData, indica que, con frecuencia los barcos fletados por Teherán apagan sus señales satelitales para evadir las sanciones estadounidenses, lo que aumenta el riesgo de colisiones. En enero de 2018, el barco iraní Sanchi, con 136.000 toneladas de crudo liviano, se incendió tras chocar con otro navío en las costas de China. En total, unos 94.000 cargueros navegan por el mundo, el 30% con petróleo.

Irán niega implicación y acusa a EEUU de amenazar la seguridad

Irán rechazó las acusaciones de EEUU, que le atribuyó los ataques contra los petroleros en el estrecho de Ormuz. Y a su vez, acusó a EEUU de representar una «grave amenaza a la estabilidad regional y mundial». «Que EEUU haya aprovechado inmediatamente la ocasión para lanzar alegaciones contra Irán demuestran que «el equipo B está moviéndose al plan B: sabotear la diplomacia y ocultar su terrorismo económico contra Irán», afirmó el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Javad Zarif, en referencia al asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton; el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; y el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman. Su Ministerio juzgó las acusaciones «sin fundamento» y recordó que «Irán es responsable de garantizar la seguridad del estrecho de Ormuz y lo demostramos apresurándonos a salvar lo antes posible a los navegantes de los buques afectados». Pero el presidente de EEUU, Donald Trump, reiteró la acusación. «Irán lo hizo y se sabe porque se ve el barco», dijo en Fox News, en alusión al vídeo en el que se ve supuestamente a un barco iraní retirando una mina del navío nipón.

«Imagino que una de las minas no estalló y tenía Irán escrito por todas partes», afirmó, asegurando que «no querían pruebas». Trump calificó a Irán como «una nación de terror», si bien más tarde aludió a una eventual negociación al indicar que estará «preparado cuando ellos lo estén». GARA