Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CONSECUENCIAS DE LA CRISIS CLIMÁTICA

La biomasa marina puede caer un 17% por el calentamiento global

La biomasa marina, uno de los principales exponentes de la riqueza ecológica de nuestro planeta y fuente de alimentación primordial, va a verse afectada por las afecciones de la crisis climática global. Lo hará en menor medida si se toman decisiones urgentes y de calado, pero podría alcanzar una pérdida del 17% si las emisiones se mantienen igual.

Un artículo publicado en la revista ‘‘Proceedings of the National Academy of Sciences’’, firmado por un grupo interna- cional de 35 investigadores de doce países y cuatro continentes, ha presentado una evaluación de las consecuencias de la crisis climática en los océanos, que revela que la biomasa animal marina global –el peso total de animales como peces, invertebrados y mamíferos marinos– disminuirá en todos los escenarios de emisión, a consecuencia en gran medida del aumento de la temperatura y de la disminución de la producción primaria. Sin embargo, el alcance de las pérdidas estimadas puede verse limitado si se reducen las emisiones. Así, se produciría una disminución de un 5% en un escenario de mitigación fuerte, pero un 17% en el caso de que la velocidad de emisión no baje para finales del presente siglo.

El análisis, en el que ha participado Jose Antonio Fernandes, experto en Big Data e inteligencia artificial de Azti, sugiere que los impactos de la crisis climática podrían ser más graves en niveles más altos de la red alimentaria, lo que significa que la biomasa de peces y de mamíferos marinos podría sufrir disminuciones mayores en comparación con la del fitoplacton.

Este proceso se denomina «amplificación trófica» y describe la particular vulnerabilidad de animales como peces grandes en los extremos superiores de las cadenas alimenticias marinas. «Nuestros hallazgos sugieren que los animales marinos de mayor tamaño, muchos de los cuales ya son motivo de preocupación para la conservación, podrían mostrar una vulnerabilidad particular a las disminuciones provocadas por el clima, con un efecto dominó del fitoplacton en la cadena alimentaria», expone el coautor del informe, Derek Tittensor, miembro del Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Medio Ambiente de las Naciones Unidas en Cambridge.

La cartografía de los cambios previstos en los océanos del mundo revela que la biomasa podría disminuir en muchas regiones oceánicas de zonas templadas y tropicales, en las que la población depende en gran medida del suministro de alimentos marinos y en las que la biodiversidad marina ya se ve afectada por los efectos acumulados de la actividad humana. En estas zonas la situación de emergencia climática está creando otra fuente de estrés sobre los ecosistemas marinos y las sociedades humanas por igual.

Por el contrario, muchas regiones polares alrededor del Ártico y de la Antártida podrían mostrar aumentos de la biomasa que podrían proporcionar nuevas oportunidades para el uso de los recursos marinos, pero también desafíos para la gestión y conservación marinas.

Recursos alimentarios

«Sabemos que la producción de alimentos en tierra está cada vez más amenazada por los efectos del cambio climático, como el calor extremo y la sequía. Este estudio añade otro capítulo a la historia del calentamiento global, al confirmar que también pone en peligro los recursos alimentarios de los océanos», señala Jacob Schewe, del Instituto de Investigación sobre el Impacto Climático de Potsdam, recordando que en 2015 fueron acordados los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que uno de ellos es lograr que nadie pase hambre en 2030. «Nuestra investigación –añade– muestra que esto requerirá no sólo una gestión mucho más cuidadosa de los recursos naturales, sino también una rápida reducción de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero».

Marta Coll, del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, en Barcelona, apunta que «las incertidumbres debidas a las variaciones en los modelos de ecosistemas marinos y los modelos del sistema terrestre son similares, y que las proyecciones en conjunto se ajustan notablemente a los datos empíricos».