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La muerte de Walter Lübcke, un electo local de la CDU, apunta a la autoría nazi

La investigación sobre la muerte de un electo local alemán, miembro de la CDU, se orienta hacia la pista de un «asesinato político» de autoría nazi, que sería el primero de este tipo en Alemania después de la II Guerra Mundial, pero se suma a otros ataques xenófobos a políticos. La detención de un ultraderechista sospechoso refuerza esta hipótesis.

La muerte el pasado 2 de junio del político conservador Walter Lübcke, que apareció muerto de un disparo en la cabeza apunta a un atentado de la extrema derecha alemana, según la Fiscalía.

Lübcke –de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel– había sufrido un acoso continuado por la defensa de la acogida de refugiados y, tras su fallecimiento, aparecieron mensajes en canales neonazis insultándolo por su trayectoria o celebrando su muerte.

Una detención este fin de semana ha reforzado la sospecha. El arrestado, identificado como Stefan E. ya había sido condenado por un intento de ataque con artefacto explosivo a un albergue de migrantes en 1993.

Miembro del partido neonazi NPD en Hesse, también fue condenado a siete meses por participar en el ataque a una manifestación sindical en 2009 en Dortmund.

Los servicios de investigación señalan que pertenece al grupo neonazi Combat 18 (referencia de a «AH», iniciales de Adolf Hitler). Hace unos meses había colgado un mensaje en las redes sociales con la frase «Si este gobierno no renuncia de inmediato habrá muertos».

Merkel consideró la noticia «deprimente», aunque subrayó que ante de extraer conclusiones «deben confirmarse las sospechas». Mientras, los Verdes y La Izquierda pidieron una reunión de la Comisión de Interior del Bundestag ante la sospecha de una trama ultraderechista.

El caso de Lübcke sería la primera muerte de un electo por parte de la extrema derecha desde la II Guerra Mundial, y ha puesto de relieve la indefensión de políticos locales comprometidos con la acogida de refugiados frente al acoso de la ultraderecha y que ha tenido como víctimas a varios alcaldes. Lübcke, exdiputado en la cámara de Hesse y jefe del Gobierno de distrito de Kassel, defendió la decisión de Merkel de mantener abiertas las fronteras en 2015.