Una mirada desde las cloacas puede ser una visión del mundo. Quienes hablan de «derechita cobarde» son como los jefes militares homéricos que humillan a sus huestes llamándolas «aqueas que no aqueos». Vox se está apropiando de las instancias de poder. En su patria educadora, las mujeres son desterradas a la periferia, y la vida y la muerte generan plusvalías.

Los pactos de la vergüenza instauran políticas sociales y culturales sexistas, xenófobas y neocoloniales, con 8M en los que se tribute homenaje a la Sección Femenina, y 12-O en los que la «conquista» de América deje de ser un acontecimiento violento, la cámara de torturas que denunciara Benjamin.

La acción metabólica de la ideología de extrema derecha ya se ha expresado despolitizando la violencia de género. ¿Qué significa el rescate in extremis y con forceps de la violencia intrafamiliar?

Quienes pactan con la extrema derecha –por acción u omisión– normalizan y validan su ideología. Su justicia es la que juzga programas de coeducación que socializan a niñas y niños en una sexualidad positiva e igualitaria. Pretenden que las niñas sigan siendo las legatarias de una visión del amor romántica y kamikaze, y que abandonen sus aspiraciones bajo el régimen del miedo. Su solución final es la ablación cultural del clítoris.