El Gobierno de la primera ministra Viorica Dancila en Rumanía sobrevivió ayer su tercera moción de censura en el Parlamento por el escándalo de corrupción protagonizado por el líder del gobernante Partido Social Demócrata (PSD), Liviu Dragnea.

Solo 200 de los 465 diputados que forman la Cámara votaron para derrocar al Ejecutivo de coalición capitaneado por el PSD, tal y como pretendía la oposición de derechas, argumentando que la formación oficialista es una amenaza para el estado de derecho en Rumanía y socava la lucha contra la corrupción.

El PSD y sus socios minoritarios liberales asistieron al pleno, pero no votaron, evitando así que cualquiera de sus parlamentarios aprovechara el voto secreto para apoyar la moción.

La mayoría gubernamental suma 239 de los 465 escaños de las dos cámaras del Parlamento juntas, por lo que el voto a favor de la moción de diputados o senadores que apoyan al Ejecutivo era imprescindible para derrocar al Ejecutivo socialdemócrata.

Dragnea fue condenado en mayo a tres años y medio de prisión por malversación de fondos.

Dancila ha ocupado desde entonces su vacío en la cúpula del PSD, si bien se espera que confirme su liderazgo en el congreso general que el partido político celebrará este mismo mes.

La primera ministra, delfín de Dragnea, ha cesado a algunos de los colaboradores del antiguo jefe del PSD para amortiguar el coste político del fallo.

Sin embargo, el PSD perdió las elecciones europeas de mayo frente a la oposición de centro y afronta las presidenciales a finales de este año.