Koldo Campos
Escritor
AZKEN PUNTUA

La naturaleza tiene la culpa

La naturaleza no da tregua y persiste en su inhumana campaña. Las vacas nos contagiaron su locura, las aves nos infectaron su gripe y, como parte del contubernio animal que censura nuestro modélico estilo de vida, los ovinos y los cerdos nos amenazan con sus fiebres y los pollos con sus hormonas de crecimiento. Hasta animales marinos se han sumado a esta agresión consumiendo ingentes cantidades de plástico que podrían provocar la extinción de las bolsas en los mercados.

Los animales también cuentan con aliados naturales para que suba la temperatura, se envenene la tierra y se contamine el aire. Ríos desaprensivos que deciden un mal día retomar su viejo curso y se llevan por delante vidas y recursos; montes desvergonzados que optan, de repente, por derrumbarse, so pretexto de haber sido horadados, sepultando personas y bienes; glaciares irresponsables que resuelven derretirse sin pensar en las consecuencias de sus actos, además de terremotos, tsunamis, inundaciones, tornados… y ciertos socios, supuestos racionales, que en su cruenta guerra contra nuestro desarrollo sostenido y sustentable, se niegan a condenar a las medusas por asesinas, a los mejillones por emigrantes y a las avispas por asiáticas e insisten en señalar a nuestro estilo de vida como único origen de todas las desgracias.

(Preso politikoak aske)