GARA
EL CAIRO

La ONU exige una investigación rápida, imparcial e independiente

La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió que la muerte del expresidente egipcio Mohamed Morsi, fallecido este lunes cuando comparecía ante un tribunal en El Cairo, sea investigada de forma «rápida, imparcial y transparente» por autoridades independientes.

«Al encontrarse bajo custodia de las autoridades egipcias en el momento de su muerte, el Estado es responsable de garantizar que fue tratado humanamente», por lo que cualquier muerte en estas circunstancias «debe investigarse de forma pronta, imparcial, profunda y transparente», señaló el portavoz de la oficina de la ONU, Rupert Colville.

Colville recordó que la ONU ya había expresado preocupación por las condiciones en las que Morsi permanecía detenido desde hacía casi seis años, así como dudas respecto al acceso del expresidente a cuidados médicos adecuados, visitas de familiares y de sus abogados. «La investigación, por tanto, debería tener en cuenta todos los aspectos del tratamiento de las autoridades hacia Morsi, con el fin de analizar si las condiciones de su detención tuvieron alguna influencia en su muerte».

El portavoz de la oficina que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet subrayó que las investigaciones deben ser acometidas por autoridades independientes de aquéllas que supervisaron la detención del expresidente egipcio.

Morsi fue enterrado en la madrugada de ayer en El Cairo con asistencia de su familia, ya que el régimen rechazó que fuera inhumado en el cementerio familiar en la provincia de Al-Sharqia (norte).

Una decena de personas fueron autorizadas a acudir al rito funerario, entre ellos Osama, uno de los hijos de Morsi, y otros miembros de la familia.

Tras la prohibición de que su cuerpo fuera trasladado a su pueblo de origen, finalmente fue enterrado en el cementerio de los líderes espirituales de los Hermanos Musulmanes en la zona de Al-Wafaa u al-Amal, en Nasr City, en el este de El Cairo, donde el último líder de la cofradía que fue enterrado allí fue Mohamed Mahdi Akef, en 2017.

El Gobierno egipcio salió al paso de las críticas y denuncias sobre la falta de atención médica y la mala situación de salud de Morsi.

El Servicio de Información del Estado (SIS) criticó a Human Rights Watch (HRW) por «asumir prematuramente que murió por negligencia médica sin aportar ninguna evidencia o prueba» y acusó a la ONG estadounidense de haber remitido su último informe en junio de 2017 y que «desde entonces no había dicho nada».

El homenaje islamista se traslada a Estambul

Miles de personas participaron ayer en Estambul en una oración funeraria en homenaje a Mohamed Morsi, convocada por la Dirección de Asuntos Religiosos en Turquía (Diyanet), que apeló a las principales mezquitas del Estado turco a organizar ceremonias similares.

Al acto religioso, que tuvo lugar en la mezquita histórica Fatih, en la ribera europea de la megalópolis turca, asistieron, entre otros, Mahmoud Hussein, dirigente de los Hermanos Musulmanes egipcios, el opositor egipcio Ayman Nour y muchos miembros de la diáspora egipcia en Turquía, uno de los principales apoyos de las secciones estatales de los Hermanos Musulmanes.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, participó en un segundo homenaje en la misma mezquita en la que aseguró que «no creo que se trate de una muerte normal» y la imputó a los «tiranos» en el poder de Egipto.

Los principales diarios egipcios silenciaron la muerte de Morsi en medio del estado de excepción.GARA