EDITORIALA
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Un acuerdo programático continuista pero más débil

El PSN, Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e Izquierda-Ezkerra anunciaron ayer un preacuerdo programático en Nafarroa. Ahora deberá ser ratificado por las cuatro formaciones y, a partir de ahí, se abrirá otra negociación para la formación de Gobierno tras los sanfermines. A última hora hicieron público el borrador de 77 páginas que recoge los acuerdos alcanzados, así como las cuestiones a estudio y los desacuerdos, entre los que están, por ejemplo, el TAV o la devolución de las retenciones de IRPF en los permisos de maternidad.

Habrá tiempo para valorar en profundidad lo acordado por las cuatro formaciones, pero como señaló en la presentación del acuerdo Uxue Barcos, recoge las líneas en las que ya se ha trabajado en esta legislatura. Todo el resto de portavoces también subrayaron su carácter progresista y social. Es, por lo tanto, un compromiso programático que desde el punto de vista de los contenidos es continuista con lo ya implementado por el Gobierno del Cambio, que tomó como base el acuerdo firmado al principio de la pasada legislatura por los cuatro partidos que lo apoyaron.

Si en las políticas no cabe esperar grandes cambios con la línea seguida hasta ahora por el Ejecutivo de Barcos, en lo político si hay alguna diferencia importante con la anterior legislatura. La negativa del PSN a hablar con EH Bildu y su empecinamiento en mantener una exclusión completamente anacrónica, que poco tiene que ver con el funcionamiento habitual y mucho con la presión en Madrid, dejan el acuerdo sin el suficiente apoyo para que el programa acordado ayer pueda concretarse a lo largo de la legislatura. Porque una cosa es superar la investidura y otra diferente materializar en el Parlamento los cambios en leyes y presupuestos, que son la base de toda acción de gobierno. Y para ello necesariamente habrá que dialogar, consensuar y acordar. Lo contrario es imposible y además mentira. La exclusión tiene poco recorrido para un gobierno real y de progreso.