I. I.
GASTEIZ
CONVERSACIONES PARA LA INVESTIDURA

Las amenazas siguen en alto tras otra cita entre Sánchez e Iglesias

Quinta reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias y las amenazas siguen en alto. Unidas Podemos exige ministerios para la investidura y el PSOE asegura que convocará elecciones.

Casi dos horas de reunión solo sirvieron aparentemente para enconar las posiciones de PSOE y Unidas Podemos, que se acusan mutuamente de no ceder en nada y anteponer los cargos al programa y al interés del electorado. De fondo, la amenaza de convocar elecciones para el 10 de noviembre si el partido morado mantiene su decisión de no apoyar la investidura de Pedro Sánchez en las votaciones del 23 y 25 de julio.

En lugar de negociar, PSOE y Unidas Podemos intercambian órdagos, a la espera de que el otro dé su brazo a torcer. Pablo Iglesias afirmó a la salida de la cita que «creo que, si no es más temprano será más tarde, [en el PSOE] rectificarán» y admitirán la creación de un gobierno de coalición. Por contra, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, aseguró que «no habrá cambio y habrá solo una investidura en julio». Si no, elecciones.

Desde Unidas Podemos aseguran que el encuentro de ayer solo sirvió para constatar que el PSOE «no quiere negociar», sino que intenta imponer unilateralmente un gobierno de partido único.

Pero según el PSOE son los dirigentes de Unidas Podemos quienes no tienen voluntad de llegar a ningún acuerdo con ellos. Adriana Lastra declaró que «en las dos últimas semanas les hemos propuesto un acuerdo de programa: no obtuvimos respuesta. Propusimos un acuerdo institucional en el que se convertían en el socio preferente de un gobierno de izquierdas: no obtuvimos respuesta. Hemos propuesto la creación de una comisión de seguimiento de esos acuerdos: tampoco nos ha respondido el señor Iglesias».

La ciudadanía no lo entenderá

En palabras de Adriana Lastra, el electorado «no entendería» un nuevo bloqueo a un gobierno de izquierdas, en alusión a la negativa de Podemos en 2016 a permitir la investidura de Pedro Sánchez tras el acuerdo que entonces alcanzó el PSOE con Ciudadanos.

Por contra, desde Unidas Podemos aseguran que lo que no se entiende es que Sánchez siga actuando como si gozara de una mayoría absoluta que no tiene y subrayan que su actitud no es sensata. De la misma manera, sostienen que no es coherente buscar por igual apoyo en la izquierda y en la derecha cuando lo que necesita la ciudadanía es «certezas y garantías».

Catalunya de fondo

El PSOE no cree las declaraciones de Pablo Iglesias prometiendo al futuro gobierno de coalición lealtad en lo relativo a Catalunya. Adriana Lastra recordó que en la primera decisión que tuvo que tomar la Mesa del Congreso al respecto, los representantes de UP votaron en contra de la suspensión de los derechos de los presos del procés electos. Y la vicepresidenta, Carmen Calvo, apuntó que Podemos se opuso al 155.

El expresidente de Catalunya En Comú Podem Xavier Domènech aseguró, por su parte, que presentar el conflicto catalán como uno de los «escollos» en las negociaciones de investidura es una «excusa» para no «negociar en serio». Añadió que «yo creo que si realmente el PSOE tiene una propuesta para Catalunya que se llama diálogo, eso empieza por dialogar con aquellos que te tienen que votar».

PP y Cs reclaman un gobierno de izquierdas

Por paradójico que parezca, los presidentes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente, coincidieron ayer en reclamar a Pedro Sánchez que forme gobierno con Unidas Podemos «y los nacionalistas» y deje de pedirles abstenciones. Casado se reunió con el presidente en funciones durante algo más de una hora, y le invitó a empezar «a hablar de coaliciones de gobierno» con sus «socios preferentes». Rivera ni siquiera quiso estar con el líder del PSOE, pero convocó una rueda de prensa en la que le recordó que su obligación es «negociar un gobierno, lo tiene que hacer con sus socios y lo tiene que hacer ya», y le ha censurado que lleve dos meses, desde las elecciones generales, «mareando la perdiz y montando un teatro».

Durante su reunión, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, reclamó a Pedro Sánchez «un esfuerzo para que no gobiernen en Navarra con los votos o la abstención de los herederos de Batasuna», al tiempo que le acusaba de pactar con ellos.

También Albert Rivera tuvo referencias a Nafarroa, asegurando que el acuerdo que el PSN ha alcanzado con Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezquerra, siendo necesaria la abstención de EH Bildu para la investidura, representa «una infamia, una vergüenza y una humillación a los votantes constitucionalistas». «El PSOE y Sánchez –añadió– han pactado con Batasuna» y «con los nacionalistas vascos para que no gobernemos los constitucionalistas». Esto, aseguró, «marca un antes y un después».GARA