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Larrañaga lamenta no haber podido mejorar la relación Confebask-ELA

Roberto Larrañaga abandonará el 18 de julio la presidencia de Confebask con satisfacción por el trabajo de su equipo y los «buenos datos» de la actividad económica y el empleo en la CAV. La «gran asignatura pendiente» de este responsable de la patronal, así lo confiesa, es no haber conseguido «reconducir» las relaciones con el sindicato ELA.

Roberto Larrañaga realiza este balance, en entrevista concedida a Europa Press, a pocos días de que se celebre el Consejo General de Confebask, en el que dejará la presidencia tras cumplir los cuatro años de mandato. En concreto, el 18 de julio dará el relevo en el cargo al expresidente de Adegi Eduardo Zubiaurre, la persona propuesta para ocupar esta responsabilidad.

El presidente saliente indica que Zubiaurre es «una persona conocida de la casa» y recuerda su etapa como presidente de la patronal guipuzcoana y su participación en el Consejo General de Confebask. «Estoy seguro de que lo va a hacer perfectamente. Es un empresario ejemplar en todos los sentidos», enfatiza.

Larrañaga se muestra «absolutamente satisfecho» del trabajo desarrollado por su equipo y de los proyectos que han sacado adelante. Manifiesta que lo «negativo» ha sido que no se haya podido «reconducir algo la relación con el sindicato mayoritario» debido a la «falta de interlocución o de acuerdos». «Esa es para mí la gran asignatura pendiente que tenemos o la parte más negativa», precisa.

Señala que se ha producido un cambio de liderazgo en ELA con el relevo de Adolfo Muñoz por Mitxel Lakuntza «pero no en su estrategia». «No espero ningún cambio», añade.

Larrañaga indica que el nuevo secretario general de ELA no ha contactado con Confebask y rememora que, tras su nombramiento como presidente, solicitó una reunión con ELA y es «la única que he tenido». «Ellos no nos han solicitado ninguna cuando han tenido cambio de secretario general», explica.

Reconoce que ELA ha «mejorado» sus resultados en las elecciones, lo que, según sostiene el sindicato, avala su estrategia, pero Larrañaga asegura que también «hay que mirar más adelante, por el bien de todos y por el bien de país».

En el ámbito de la negociación colectiva, apunta a que ha habido «algunos avances» pero les gustaría «ir más rápido» porque es «uno de los debes que demandan las empresas».

«Hay convenios de algunos sectores que están muy atascados. Las propuestas empresariales están siendo de avanzar en la negociación, pero nos encontramos siempre con el no por respuesta», se queja.

Larrañaga, que lamenta que ELA y LAB, «por voluntad propia», hayan decidido no participar en la Mesa de Diálogo Social, manifiesta que en Araba, donde la presencia de UGT y CCOO es mayor que en otros territorios, «casi todos los convenios están firmados o en negociación». Por lo tanto, señala que «hay datos objetivos para poder demostrar» que el bloqueo de la negociación viene por parte de la mayoría sindical.

Destaca, por otro lado, la creación de empleo que se ha producido, con 18.000 nuevos empleos el pasado año y una cifra estimada de 14.000 para este ejercicio. Con esta evolución, subraya, la tasa de paro ha ido disminuyendo y cree que en 2019 se situará por debajo del 10%.

Niega exceso de temporalidad

Ante las apelaciones a los empresarios para reducir la temporalidad, Larrañaga indica que es un tema del que «se habla mucho» pero Confebask «da los datos continuamente» y la CAV está en índices de temporalidad «iguales que los de antes de la crisis» y se ha mantenido la proporción de un 75% de contratos indefinidos sobre temporales.

En el sector privado hay un índice de temporalidad del 23% y «han existido siempre», precisa. «Estamos incluso en un récord de contratos indefinidos, mayor que nunca», añade. A su juicio, si se contase con una legislación laboral «más flexible, la temporalidad bajaría, eso sin duda».

Pide reformas fiscales porque los empresarios «necesitan que la fiscalidad les ayude a ser más competitivos, no al revés, que lastre la competitividad». «En tipos, ahora estamos por encima de la media europea, a la par que la española. Y en cotizaciones laborales estamos a la cabeza de Europa».

Larrañaga asegura que, en la medida en que las empresas vascas cuentan con tipos nominales superiores en el Impuesto de Sociedades, es «dinero que sale de la empresa y, con lo cual, no puede ayudar ni a la inversión ni al empleo». «Eso resta competitividad, nosotros lo que queremos es estar en las mismas o mejores condiciones que nuestros competidores, lo que no queremos nunca es estar en peores», subraya.

No ve con inquietud el arraigo de Euskaltel «a corto plazo»a

El presidente de Confebask afirma que no tiene inquietud por el arraigo de Euskaltel en la CAV. «Por lo menos, a corto plazo», precisa. «Además, así lo han manifestado ellos también», apostilla Roberto Larrañaga, quien cree que a los nuevos responsables hay que «dejarles trabajar y pedirles que su centro de decisión se quede aquí».

Ante la puesta en marcha inminente de un fondo público-privado impulsado por el Gobierno de Lakua para garantizar el arraigo de las empresas y la posibilidad de que el Ejecutivo autonómico pueda entrar en el accionariado de Euskaltel, señala que será ese fondo y su consejo el que tendrá que «analizar en qué empresa es necesario invertir».

«Y no sé si ahora mismo sería conveniente que estuvieran en Euskaltel o no; Kutxabank es el segundo accionista, los intereses vascos están representados», añade Larrañaga, quien, ante los despidos que se están produciendo, recuerda que es una empresa privada y que su plan estratégico fue adoptado por unanimidad.

«Zegona no tiene mayoría en el consejo, el plan estratégico está aprobado por unanimidad, no tengo otra cosa más que respetar», manifiesta Larrañaga, incidiendo otra vez en que Kutxabank es el segundo accionista en importancia de la operadora de telefonía.GARA