A. I.
Tafalla
Elkarrizketa
JESÚS ARRIZUBIETA
ALCALDE DE TAFALLA

«La receptividad del Gobierno se tiene que convertir en ayudas, con humo no se levantarán»

Jesús Arrizubieta llegó a la Alcaldía desde la planta de Fagor Ederlan (Luzuriaga), la más importante de la zona. Allá ejercía de gerente de una plantilla de alrededor de 800 trabajadores. El cabeza de lista de EH Bildu tiene ante sí un reto enorme.

La ciudad ha dado un cambio importante. Es inmenso lo que se ha hecho, pero este golpe dolerá muchos años.

Ves las calles y están limpias. Pero las bajeras, los centros comerciales, todo eso está húmedo y muerto. Las calles está limpias. No hay coches. Pero la vida de los laterales se ha ido.

Más de 40 negocios con 200 puestos de trabajo directos se han visto afectados y están en peligro. ¿Cómo hacerle frente?

Lo han perdido todo: el local, el género... Algunos llevaban poco tiempo. Otros, toda la vida, e iban tirando, sufriendo, plantando cara a las compras por internet y todo eso. Espero que con el seguro y las ayudas del Gobierno puedan salir adelante. Y que sigan. Les necesitamos y les queremos aquí. Es mucho empleo. Es vida para la ciudad.

Le veo afectado.

No he dormido mucho ningún día. Fuimos por los comercios, a hablar con todos. Pensábamos que nos llevaría unas horas. Fue un día entero. La gente te quiere contar. Se echan a llorar. Es su vida, joder. El río les ha llevado la ilusión. Y no solo es lo que han perdido, es lo que pasa cada día que no abren. Hay receptividad en el Gobierno navarro, pero eso se tiene que convertir en ayudas. Con humo esta gente no se va a levantar. Líneas de financiación para poder salir de donde están. Hay que sacarlos de esa situación. Lo que haga falta.

¿Y podrán seguir?

Me contaba uno que llevaba 35 años y que todo se lo ha llevado el agua. Salvará las estanterías. Todos hacían la misma pregunta: «¿Merece la pena seguir?». ¿Y qué les respondes? ¿Con qué cara? El auzolan ha ayudado. Los que sigan, seguirán por la gente, por los tafalleses. Muchos me han dicho que llegaron a la tienda y vieron que todo era barro. Imagínatelos, se les cayeron los brazos. No sabían por dónde empezar. De repente, vieron entrar a grupos de vecinos al local, a sus amigos, y ponerse en marcha. A veces, era la gente la que arrancaba a limpiar, las que les sacaba de la parálisis esa. No se lo esperaban. De todos modos, hay unos cuantos que no tienen claro si seguir o no.

¿Hay algún plazo, alguna estimación, hasta que Tafalla pueda recuperar lo perdido?

No lo sé. Hasta ahora estamos haciendo todo por los vecinos. Luego tendremos que entrar a valorar los daños en la propia ciudad y en edificios públicos.

Usted llega de nuevas al Ayuntamiento y vino lleno de proyectos. ¿Qué ha sido de ellos?

Nuestros recursos son limitados. Si queremos ayudar a esta gente, tendremos que quitar de otro lado. Dejaremos cosas que teníamos en mente sin hacer. Eso la gente lo tiene que entender. Habrá quien no lo entienda. Pero si se da una vuelta y habla con los vecinos que lo han perdido todo, entenderá. No les podemos dejar tirados.