Iratxe FRESNEDA
Docente e investigadora audiovisual

Veraneos y devaneos

Nada que objetar ante la filmación de películas en cualquier lugar. Toda mi objeción a rendir pleitesía con campañas mediáticas al estilo “Bienvenido Mister Marshall”, sea a quien sea, porque básicamente es una horterada, ser educados está bien, lo demás sobra. Es hortera incluso si es para lo que algunos consideran «para bien», porque ese «para bien» no suele democratizarse. Todo que objetar en torno a la creación de víctimas de primera y de segunda, a creer en la veracidad de ciertos relatos y renegar categóricamente de otros. La justicia es una palabra demasiado imposible como para vincularla únicamente a una decisión tomada en un momento concreto por unas personas concretas. Todo que objetar a la caza de brujas. Todo que objetar a que una reina consorte del descendiente del sucesor nombrado por el dictador Francisco Franco ilumine los actos de inauguración de un festival que pone en valor el cine de Ken Loach y dice apoyar el trabajo de los jóvenes y nuevos talentos del cine independiente. Al parecer, en nombre de la libertad, ya hemos derribado hace lustros todos los límites de la relativización en estos tiempos gaseosos. Una libertad que cada día se asemeja más a los argumentarios de los defensores del libre mercado. Somos libres para consumir, para trabajar gratis, para aceptar los discursos más chiripitifláuticos sin rechistar, qué suerte. Nada que objetar a que quien lo desee se bañe en una antigua mina de wolframio de color turquesa para después colgar su chapuzón influencer (en bikini y con pompas de luz) en las redes sociales, como hiciera Fraga. Feliz veraneo lleno de devaneos.