GARA
BILBO

Norman Foster se encargará de la reforma del Bellas Artes

El jurado eligió la propuesta de Foster unánimamente. Entre otras cosas, valoraron que es «tecnológica en su imagen, humanística en su enfoque y ecológica en su sostenibilidad» y que aúna calidad arquitectónica, sensibilidad urbana y responsabilidad social para levantar un hito luminoso y leve en el corazón histórico de la capital vizcaina.

Norman Foster, en colaboración con el arquitecto vasco Luis María Uriarte, se encargará del proyecto de ampliación y reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbo, según dio a conocer ayer el Patronato de la Fundación del museo bilbaino.

Los seis equipos finalistas que pasaron a la segunda fase de presentación de propuestas, de los 57 admitidos, fueron Nieto Sobejano Arquitectos S.L.P.; Rafael Moneo; UTE Foster + Partners Ltd. + LM Uriarte Arkitektura S.L.P.; UTE BIG, AZAB, Proskene; UTE Snohetta + Foraster Arquitectos; y UTE SANAA Jimusho Ltd. + I. Aurrekoetxea & Bazkideak.

Finalmente, el jurado del concurso ha elegido la idea presentada por Norman Foster, responsable del diseño de las estaciones de Metro Bilbao, para llevar a cabo la ampliación y reforma del museo, que supondrá una inversión total de 22 millones, incluido el nuevo edificio auxiliar anexo previsto que contará con 3.000 metros cuadrados de superficie adicional.

Acompañado del diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, del consejero de Cultura y Política Lingüística de la CAV, Bingen Zupiria, del director de la Obra Social de BBK, Gorka Martínez, y del presidente de la Fundación BBK, Xabier Sagredo, el director del Museo de Bellas Artes de Bilbo, Miguel Zuzaga, dio lectura al dictamen del jurado del concurso, que ha elegido el proyecto ganador, presentado bajo el lema “Agravitas”, por unanimidad.

El Museo de Bellas Artes de Bilbo se alberga en varios edificios de «singular calidad arquitectónica» que, asimismo, reflejan «los cambiantes criterios de la museografía durante el siglo pasado». La propuesta ganadora del concurso «respeta cuidadosamente lo existente, recuperando los valores históricos de la sede y proyecta el museo hacia el futuro con una nueva imponente galería que se eleva sobre las construcciones de 1945, 1970 y 2001, para escribir un nuevo capítulo en la vida de la institución».

El jurado valoró que, además de «mejorar la funcionalidad y visibilidad del museo», el proyecto elegido propone extender el parque de Doña Casilda a una parte de la rotonda de la Plaza Euskadi, «reordenando la circulación y haciendo más franco el acceso de visitantes, además de vertebrar mejor los recorridos verdes de la ciudad».

Con la nueva sala de 2.000 metros cuadrados y 8,5 metros de altura «flotando ingrávida sobre los edificios actuales», a los que apenas afecta con su soporte estructural, la propuesta dota al museo de «una identidad renovada, y al tiempo mejora la organización de sus circulaciones y espacios», vuelve a situar el acceso principal donde estuvo originalmente, unifica la cota de plata baja para favorecer el tránsito de visitantes, y transforma la plaza Arriaga en un gran atrio en torno a la fuente.

Además, los miembros del jurado valoraron que «el uso inteligente de la ventilación y la luz naturales, así como el aprovechamiento de la inercia térmica, la captación de energía solar y la recogida de agua de lluvia, reducen tanto los costes de mantenimiento como el impacto ambiental de la edificación».

«Diáfana y flexible»

«Tecnológica en su imagen, humanística en su enfoque y ecológica en su sostenibilidad, la propuesta aúna calidad arquitectónica, sensibilidad urbana y responsabilidad social para levantar un hito luminoso y leve en el corazón histórico de Bilbao», subrayó el jurado.

La idea conductora de la propuesta es recuperar el protagonismo del edificio de 1945, restableciendo su entrada original. Así, sobre las instalaciones existentes se proyecta un espacio de nuevas galerías en una única planta «diáfana y flexible».

Según explicó Miguel Zugaza, el proyecto de Foster lo que hace es «unir los dos edificios existentes a través de la Plaza Arriaga, que se convierte en zona de acogida y distribución de los visitantes». El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, por su parte, dijo que el proyecto ganador «es bueno para el Museo de Bellas Artes, pero también buenísimo para Bilbao, Bizkaia y para todo Euskadi, porque nos beneficia a todos».