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Un equipo de la UPV-EHU detecta tormentas de polvo en Marte

El grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea ha detectado tormentas de polvo en regiones distantes de Marte y ha estudiado centenares de torbellinos de arena muy abundantes en la superficie del planeta rojo.

Investigadores de la UPV-EHU han estudiado la meteorología de Marte con datos provenientes de la estación meteorológica instalada en el rover de NASA Curiosity, un vehículo de exploración ubicado en el interior del cráter Gale. Según ha informado la UPV-EHU en un comunicado de prensa, esta investigación ha desvelado «claves importantes» para futuras misiones a Marte, ha permitido detectar tormentas de polvo en regiones distantes y ha dado cuenta de centenares de torbellinos de arena en la superficie del planeta rojo.

Iñaki Ordóñez, investigador del Grupo de Ciencias Planetarias de la UPV-EHU –especializado en el estudio de la atmósfera de diferentes planteas del Sistema Solar–, ha señalado que los datos recogidos entre agosto de 2012 y noviembre de 2016 demuestran que la formación de tormentas de polvo en regiones muy alejadas, «incluso en las antípodas» del cráter donde se ubica el rover Curiosity, «genera un cambio en la presión atmosférica que detecta la estación atmosférica».

Medición desde el interior

«Las tormentas de polvo son el elemento que más condiciona la meteorología en Marte», ha agregado, para a continuación advertir de que se trata de tormentas extremadamente violentas y de gran amplitud que generan una intensidad de viento muy importante.

Asimismo, Ordóñez ha destacado que han podido medir parámetros meteorológicos «prácticamente en el interior» de una de estas tormentas de polvo local. «Hasta ahora no se había conseguido nunca, pero la casualidad hizo pasar una tormenta local por encima de nuestra estación meteorológica y hemos podido estudiar numerosos parámetros meteorológicos como son la variación de la temperatura y la presión», ha afirmado antes de referirse a otro de los puntos importantes de este estudio: los llamados dust devils.

«Como consecuencia del calentamiento del suelo por efecto del sol, se forma una burbuja de aire que asciende, y eso forma una especie de torbellino de unas pocas decenas de metros de diámetro y de fuerte intensidad, que es capaz de funcionar como si fuera una aspiradora y absorber el polvo que está en la atmósfera», ha descrito Ordóñez este fenómeno. A partir de los datos obtenidos, pueden saber «en qué momentos del día son más intensos y en quér época son más frecuentes».

Continuidad a corto plazo

Este estudio, según informa la nota de la Universidad, tendrá continuación a corto plazo con la llegada de nuevas misiones espaciales equipadas con estaciones meteorológicas como Insight, que llegó a Marte a finales de 2018, y Mars 2020 de NASA, que será enviada el año que viene y en cuya estación meteorológica MEDA, también fabricada en el CAB, participa el equipo de la UPV-EHU bajo la dirección de Sánchez Lavega.

«De este modo será posible estudiar la meteorología marciana con una red discreta de estaciones meteorológicas y observaciones orbitales, ya que hemos realizado un trabajo que nos da pistas de cómo tenemos que procesar o buscar información en los datos de las siguientes misiones», apunta Ordóñez.