Siento no ser navarro para entender a la señora Chivite. De las siete reglas que guían la buena lectura de un texto ni una sola me sirve para comprender sus últimas declaraciones a “El País”. Dice la presidenta que no se coaligará con EH Bildu porque «le falta reflexión ética». «No podemos homenajear a nadie que ha hecho un mal ajeno». Esto lo dice la señora Chivite desde un socialismo de los «desagües del Estado», recargados de asesinatos, secuestros y persecuciones… ¡Si yo le contara como exdirector de “Interviú”...! Sigamos: «Tengo toda la confianza en el presidente del Gobierno. Siempre que ha tomado decisiones ha ido acertando». ¡Señora Chivite…! Aparte de que «acertando» es de una estética lingüística lastimosa, ese tiempo verbal da por realizado algo que está empezando con continuidad. «Acertando» no determina si se ha acertado, se acertará o la joderemos.

«El Gobierno acertará con lo que convenga a todos los españoles», subraya usted. ¿A todos, sin dejar uno? Esto solo se logra en Lourdes, señora Chivite.

Ahora la traca final de la mascletá chirivitera: «Todos los navarros se sienten cómodos con el marco constitucional». «Todo»: «Lo que se toma o se comprende entero y cabalmente en sus partes». La RAE indica que «partes» se aplica a los «órganos de la generación». ¿Es merced a eso que se sienten cómodos todos los navarros?