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SanaA

Nuevo frente en Yemen: los emiratíes toman Adén a los saudíes

La guerra de Yemen ha dado otro giro drástico que podría cambiar el país tal y como se conoce y condicionar su funcionamiento futuro. En teoría coaligados contra los huthíes, Riad y Abu Dabhi se han enfrentado militarmente durante cuatro días en una batalla por el control de la estratégica ciudad de Adén que ha dejado docenas de muertos.

La captura de Adén por parte de las milicias sudistas que apoya y arma Emiratos Árabes Unidos a las fuerzas que apoyan al depuesto presidente Hadi, exiliado en Riad y cuya vuelta al poder exigen los saudíes, supone un serio golpe a la coalición militar que lucha contra los huthíes y amenaza con abrir un nuevo frente en un guerra que dura más de cinco años, en la que han muerto decenas de miles de civiles y ha llevado al país a sobrevivir en una emergencia alimentaria y de salud.

Tras cuatro días de duros combates, todo Adén está controlado por las milicias del Sur. El palacio presidencial, el Banco Central, los cuarteles militares, todos los centros de poder que estaban en manos de las fuerzas apoyadas por los saudíes han cambiado de propietarios.

En medio de una enorme tensión, el ministro de Exteriores del Gobierno de Hadi calificó de «golpe» la toma de la ciudad y exigió a Abu Dabhi que apoye a unas milicias que han precipitado la escalada tras la retirada de gran parte de las fuerzas militares emiratíes de Yemen.

Ofensiva sin resistencia

Todo se desencadenó en los funerales por los altos mandos y milicianos sudistas que murieron en un ataque con misiles balísticos de los huthíes durante un desfile militar la pasada semana. Los sudistas acusaron a las fuerzas de Hadi de complicidad en aquel ataque e iniciaron una ofensiva que no encontró mucha resistencia.

Las llamadas a la tregua y a la retirada de fuerzas a sus posiciones anteriores no se hicieron esperar. Sobre el terreno, eso parecía más la expresión de un deseo que una realidad próxima.

 

Riad-Abu Dabhi, de coaligados a la guerra indirecta

En coalición militar contra los huthíes, a los que consideran una fuerza subsidiaria de Irán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos apoyan a milicias que tienen viejas cuentas pendientes sin saldar y agendas políticas opuestas. Riad apoya al expresidente Hadi, pide la restitución de su poder en un Yemen unido; Abu Dhabi, al Consejo Transicional del Sur, que ha armado y pide independizarse de un país que se unificó en 1990.

Esa coalición está colapsando. Emiratos decidió hace semanas una retirada de sus fuerzas militares de Yemen sin consultar a los saudíes. Ocupan el archipiélago yemení de Socotra, en el Índico, lo que les da dominio sobre importantes vías marítimas de la región. Y ahora han tomado por la fuerza Adén, la capital temporal del Gobierno de Yemen que apoya Riad. Las hostilidades están servidas en el menú de una guerra indirecta. GARA