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El Gobierno de Chivite se estructura para abordar los «retos» pactados

El nuevo Ejecutivo navarro aprobó en su sesión de ayer una estructura que pretende abordar «los retos que tenemos como sociedad», con 32 direcciones generales (diez más que el anterior Gobierno) y ocho organismos autónomos, en torno a las trece consejerías ya nombradas, que buscarán desarrollar el acuerdo programático pactado.

El vicepresidente y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior del Ejecutivo de Nafarroa, Javier Remírez, se estrenó ayer como portavoz en la comparecencia posterior a la sesión de Gobierno en la que se dio luz verde a la configuración básica de los departamentos.

Remírez detalló que se trata de un primer nivel de nombramientos en los departamentos, a los que seguirán otros derivados en los próximos días para completar las estructuras del Gobierno. En estos casos, el portavoz aseguró que el Ejecutivo cumplirá las normativas vigentes y, sobre la posible discrecionalidad, indicó que se va a elegir a «personas que tengan competencia, conocimiento y suficiencia» para desempeñar estas tareas, de forma que «la voluntad del Gobierno es ser lo más objetivo posible y contar con los más capacitados». Mientras tanto, se aplicarán los anteriores decretos forales de estructura en cada nivel.

La idea, dijo Remírez, es «tener cuanto antes todos los equipos funcionando».

Avanzó que, con esta configuración, el Ejecutivo busca abordar «los retos que tenemos como sociedad y los retos que hemos acordado los partidos firmantes del acuerdo programático» (PSN, Geroa Bai, Podemos e I-E) en cuestiones como «la innovación, la inclusión a través de las políticas migratorias, la igualdad, la lucha contra el cambio climático y la preservación del medio ambiente, la economía circular o la cohesión territorial».

Organigrama

En cuanto a la concreción de lo acordado, el Ejecutivo tendrá 32 direcciones generales, diez más que en la anterior legislatura, y ocho organismo autónomos, una estructura en la que se incluyen cinco órganos más (dos servicios, dos tribunales y un instituto) con rango de servicio que, al igual que las direcciones generales, dependen del respectivo consejero o consejera.

En la sesión de ayer, se nombró ya a 26 directoras y directores generales mediante los correspondientes decretos forales. También se dio el visto bueno a once decretos por los que se nombró a otras tantas personas titulares de las Secretarías Generales Técnicas.

Por subrayar alguno, en el Departamento de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, se nombró director general de Presidencia y Gobierno a Joseba Asiain; directora general de Interior a Amparo López; directora general de Función Pública a Amaia Goñi; y director general de Comunicación y Relaciones Institucionales a Pablo Roncal, mientras que el jefe de la Policía Foral será Juan Carlos Zapico.

El Departamento de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos contará con Rubén Goñi como director general de Proyectos Estratégicos, y el Departamento de Cohesión Territorial tendrá a Jesús María Rodríguez Gómez al frente de la dirección de Administración Local y Despoblación, y a Berta Miranda en la dirección general de Transportes.

Por su parte, el Departamento de Relaciones Ciudadanas que dirigirá Ana Ollo tendrá como director gerente de Euskarabidea a Mikel Arregi, y Martín Zabalza se hará cargo de la dirección general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, cuyo responsable en la última legislatura fue Álvaro Baraibar.

Entre los nombramientos en Economía y Hacienda, está el de Begoña Urrutia como directora general de Presupuestos, Patrimonio y Política Económica.

 

«Sin reproches» tras los insultos en Berriozar

Las increpaciones ultras e insultos como «traidora» recibidos por la lehendakari María Chivite en uno de sus primeros actos como jefa del Gobierno navarro, el homenaje en Berriozar al teniente Francisco Casanova, muerto en atentado de ETA, fueron valorados ayer por Javier Remírez, portavoz del Ejecutivo.

Evitó entrar en polémicas, subrayando el «compromiso de la presidenta con las víctimas de ETA», que ejemplificó en que históricamente han acudido a ese homenaje de Berriozar a este guardia civil. Remírez habló de que se mantendrá la «colaboración máxima» con esas víctimas y dijo que, pese a los insultos, no tienen «ninguna actitud de reproche», aunque también deploró la «instrumentalización» de este tema e hizo un llamamiento «a la reflexión».

Los periodistas preguntaron incluso cómo está el ánimo de Chivite tras ese rifirrafe. «La presidenta tiene las ideas muy claras y ningún incidente va a hacer cambiar su compromiso cívico», aseguró el portavoz.Ramón SOLA