Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

De Zirauki a Auschwitz

El BOE acaba de publicar la lista de los militantes republicanos que murieron en los campos de exterminio nazis durante la II Guerra Mundial. Entre los casi 5.000 combatientes, asesinados en lo que Hitler llamó «la solución final», aparecen los nombres de 17 navarros y entre ellos el de una mujer, Luz Higinia Goñi Aiestaran. Luz Higinia, Lutx, como le conocieron en la cárcel de Romainville, murió en Auschwitz, a los 37 años. «No puedo más, dejadme morir aquí», pidió a sus compañeras al caer en el barro, extenuada, vencida por el frío intenso, el hambre y la tortura de un sistema organizado solo para matar. Siendo muy joven abandonó su pueblo, Zirauki, para servir en el París de los años 30. Como militante que era frecuentó los círculos obreros más antifascistas del momento y allí conoció y se enamoró del que sería su único compañero, José Martos. Volvieron a España como miembros de las Brigadas Internacionales y, al caer Catalunya, ambos regresaron a París para incorporarse a los primeros grupos de la Resistencia francesa. Detenida, por la Gestapo el 24 de enero de 1943, fue enviada a Auschwitz donde murió semanas después. Han transcurrido 86 años y he sentido la necesidad de preguntarme quién fue Lutx. Si la vida pudiera resumirse en tres palabras me contestaría que la de Higinia fue la historia de una mujer valiente, luchadora incansable por la libertad.