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El Bundesbank advierte de que Alemania podría entrar en recesión

El Bundesbank señala en su último informe mensual que la economía alemana podría entrar en recesión el último trimestre si vuelve a contraerse el PIB. Fuentes del Ejecutivo sostienen que pueden enfrentar una nueva crisis, aunque abandonando la doctrina del ahorro.

El Bundesbank (Banco Central alemán) advirtió ayer de que la economía del país podría entrar en recesión en los próximos meses debido a la «contracción» de la producción industrial, afectada por las tensiones comerciales internacionales.

En su informe mensual, la autoridad bancaria mantiene que «la economía podría contraerse nuevamente este verano» tras registrar un retroceso del 0,1% en el Producto Interior Bruto (PIB) en el segundo trimestre del año.

El retroceso de los intercambios debido al conflicto comercial chino-estadounidense y a la desaceleración de la economía china, están situando a Alemania al borde de la recesión técnica. Tras esta contracción del PIB, una segunda este trimestre situaría al país técnicamente en una situación de recesión.

El análisis que acaba de lanzar el Bundesbank se publica en medio de un debate que divide a los partidarios del dogma del equilibrio presupuestario y quienes reclaman flexibilidad para reactivar la economía.

Este escenario pone en duda la estrategia alemana de los últimos diez años de limitación del gasto público y reducción de la deuda pública, en un país con un excedente presupuestario que representa el 1,7% del PIB.

Oficialmente, el Gobierno de la canciller Angela Merkel se opone al «Schwarze null» (cero negro), expresión con la que se conoce la doctrina del equilibrio en Alemania. Sin embargo, según ha trascendido recientemente de fuentes de la cancillería, el Gobierno tendría la intención de abandonar la senda de seguir ahorrando en caso de recesión, apartándose de la doctrina «Schwarze null».

Existen «recursos»

Sobre la situación, el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, declaró el domingo que Alemania dispone de recursos para «enfrentar» una nueva crisis como la iniciada en 2008.

La econmía alemana registró entre abril y junio una contracción de la actividad del 0,1% en comparación con el primer trimestre de 2019, cuando el PIB germano creció un 0,4%, según confirmó la semana pasada la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que atribuyó en parte esta caída a la evolución de la balanza comercial internacional, dado que las exportaciones registraron una mayor bajada trimestral que las importaciones, mientras que la demanda doméstica volvió a tener una contribución positiva, con un incremento del consumo de los hogares respecto del primer trimestre, así como del gasto público

Los datos han hecho saltar las alarmas en el Gobierno de Merkel, que, según ‘‘Der Spiegel’’, estaría estudiando la puesta en marcha de un plan de estímulos fiscales para reactivar el crecimiento aún a costa de engordar la deuda pública.