M.I.
UNA ÍNTIMA CONVICCIÓN

El caso Viguier da lugar a un buen drama judicial

Aplaudido drama judicial que ha convencido a los seguidores y a las seguidoras del género, y eso que ha sido dirigido por el debutante Antoine Raimbault, que ha contado con un extraordinario reparto encabezado por Marina Foïs y Olivier Gourmet. El caso Viguier causó conmoción en el Estado francés con el inicio del nuevo milenio, y ya había sido llevado a la ficción televisiva con “La disaparition” (2012) del realizador Jean-Xavier De Lestrade.

El caso Viguier se complicó por culpa de un triángulo amoroso, que hizo prácticamente imposible su resolución para los tribunales de Toulouse. El amante Olivier Durandet (Philippe Uchan) fue quien denunció al marido Jacques Viguier (Laurent Lucas) por la desaparición de Suzanne Viguier, cuyo cadáver nunca fue encontrado.

En “Une intime conviction” (2018) una integrante del jurado del primer juicio, personaje ficticio creado para la actriz Marina Foïs, es la que advierte un error judicial en el procedimiento y cree en la inocencia del encausado, que permaneció inicialmente nueve meses en prisión preventiva. Para forzar un segundo juicio contratará al abogado defensor Éric Dupond-Moretti, figura real que en la pantalla es asumida por Olivier Gourmet.