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RANGÚN

Los rohingyas se niegan a ser repatriados por falta de seguridad

Ninguno de los refugiados rohingyas consultados hasta el momento en el marco del programa de repatriación a Myanmar acordado entre este país y Bangladesh ha accedido a volver a su país, según informó ayer el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).

El domingo se cumplen dos años de la ofensiva militar que obligó a más de 745.000 rohingyas a cruzar la frontera hacia Bangladesh. Y ninguno de los 745.000 que se vio obligado a huir a la vecina Bangladesh parece dispuesto a regresar por la falta de seguridad y la vulneración de derechos que siguen sufriendo.

El comisionado bengalí para la Ayuda a los Refugiados, Abul Kalam, señaló ayer en una rueda de prensa en el Campo-26, el más próximo a la frontera birmana en Teknaf, en el sureste de Bangladesh, que ninguna de las 295 familias rohingyas consultadas, de un total de 1.037 que deben entrevistar, quiere volver.

En el Campo-26 había cinco autobuses, dos camiones y diez microbuses desde las 09.00 de ayer, hora local, para iniciar el proceso de repatriación, después del intento fallido el pasado noviembre. Las autoridades esperaron hasta las 16.00, pero nadie apareció.

Un total de 61 ONG locales e internacionales que trabajan con los rohingyas en Bangladesh y Myanmar ha advertido de que en el estado de Rakhine no se dan aún las circunstancias «propicias» para el retorno de los rohingyas, que siguen enfrentándose a «graves restricciones de movimiento, así como acceso limitado a educación, sanidad y oportunidades de vida» debido a las «políticas discriminatorias» de Myanmar, que no reconoce a esta minoría musulmana como ciudadanos.