Iñaki TELLERIA
COLISEUM ALFONSO PÉREZ

Un punto que sabe muy rico

El Athletic logra un empate en un campo muy complicado ante un Getafe que volvió a demostrar lo difícil que resulta ganarle.

GETAFE 1

ATHLETIC 1


Victoria ante el campeón de la Liga y empate en el campo del quinto clasificado. No pinta nada mal el arranque de temporada para este Athletic que ayer rindió a gran nivel en un campo bastante complicado. Evidentemente, le falta engrasar algunos automatismos, pero ofrece motivos para la esperanza.

Con razón andan los rivales muy prevenidos con el Getafe. Un equipo al que es muy difícil sorprender –sus jugadores raramente pierden la posición– y que aprieta a los rivales sin ningún complejo.

De partida, Garitano prefirió prevenir en defensa con Unai Núñez y Yeray, que tan bien lo hicieron contra el Barcelona, dando un poco más de margen a Iñigo Martínez. En el centro de campo cambió el cromo de Unai López por el de Beñat, que en la primera jornada se intercambiaron en la segunda parte.

Con este único cambio para los rojiblancos empezó un partido en el que en el minuto 4 Capa vio tarjeta amarilla y en el que, en la jugada siguiente y a pase del propio lateral vasco, Raúl García puso por delante al Athletic en su primera jugada hilvanada. Sin embargo, poco les duró la alegría porque en el 11 llegó el empate de Mata, que se adelantó a Yeray tras una jugada de Cucurella, el más incisivo del Getafe. Esto fue todo lo importante que ocurrió en la primera parte porque hubo tanta intensidad por ambas partes partes que el juego, como era de prever, resultó muy trabado.

Sí hubo más noticias pero tristes porque a un minuto del descanso y en un contrataque se lesionó De Marcos. Lo que supuso la entrada de Larrazabal. Lo mismo le ocurrió al Getafe con la lesión de Maksimovic, que se traduho en el regreso a los campos de Markel Bergara después de meses apartado por lesiones.

Sale Aduriz

La reanudación siguió por los mismos derroteros. Con todos los jugadores, de uno y otro bando, muy concentrados en su tarea. Solo algunas contras del Athletic rompían la monotonía, aunque los rojiblancos anduvieron faltos de precisión en los últimos pases. Parecía irremisible el empate final, incluso era lo más justo. Pero Garitano se rebeló contra esta situación y, a falta de veinte minutos, apostó por meter más madera arriba. Sentó a Beñat y dio entrada a Aduriz. La irrupción en el campo del donostiarra supuso un escalofrío para los aficionados madrileños y dibujó una sonrisa entre los vascos, más aun cuando el ariete rojiblanco aparecía para rematar un córner.

Aunque esta vez no hubo revulsivo, Aduriz se metió en un par de jugadas y junto con Larrazabal, Williams y Raúl García tuvo al Athletic optando a la victoria hasta el último suspiro.