Dabid LAZKANOITURBURU

Israel extiende a Irak y Líbano sus ataques contra Irán en Siria

Dos drones israelíes se estrellaron en la mañana de ayer en barrios del sur de Beirut, feudos del grupo chií Hizbulah, sin provocar víctimas aunque sí daños materiales, horas después de que el Ejército israelí bombardeara objetivos iraníes en Siria y al final de una semana en la que se ha hecho público que el Tsahal ha extendido sus ataques contra la milicias proiraníes en Irak, en los primeros ataques sionistas en el país desde 1981 (reactor nuclear de Osirak).

Fuentes de la organización de la resistencia libanesa aseguraron que uno de los aviones no tripulados «cayó al lado de la oficina de información de Hizbulah mientras que el segundo provocó una gran explosión e importantes daños materiales».

El Ejército libanés confirmó que «dos aviones de reconocimiento israelí violaron nuestro espacio aéreo en el barrio Moawad-Madi, en el sur de Beirut.

El primer ministro libanés, Saad Hariri, denunció una «agresión flagrante contra la soberanía del Líbano y una violación de la resolución 1701» del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra entre Israel y Hizbulah en 2006.

«Esta nueva agresión, junto con el intenso sobrevuelo de Beirut por parte de la aviación israelí constituye una amenaza a la estabilidad regional y un intento de agravar la situación», agregó el jefe del Gobierno suní, en el que el Partido de Dios chií es un socio destacado.

El suceso tuvo lugar horas después de que Israel lanzara un ataque con misiles contra objetivos iraníes en las afueras de Damasco, en Aqraba. El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó de dos miembros de Hizbulah y un iraní muertos mientras el Ejército sirio aseguró que «la mayoría de los misiles israelíes fueron destruidos antes de alcanzar sus objetivos».

Teherán minimiza

Mohsen Rezaie, antiguo comandante de la Guardia Revolucionaria iraní y hoy secretario del Consejo de Discernimiento (un órgano de control del sistema político-institucional teocrático de Irán), desmintió que el ataque hubiera alcanzado posiciones de la fuerza Al-Qods y añadió que «los centros de asesoramiento no han resultado dañados». Y es que el Ejército israelí asegura haber frustrado con esta «acción preventiva« un ataque con «drones cargados de explosivos» por la fuerza Al-Qods, unidad de élite de la Guardia Revolucionaria iraní, contra el norte de Israel.

«Las acciones conjuntas de Israel y América en Siria y en Irak son contrarias a las leyes internacionales y tendrán cumplida respuesta», advirtió el responsable iraní, confirmando que el país árabe donde confluyen el Tigris y el Éufrates se ha sumado a la lista de objetivos.

Concretamente el objetivo en Irak son las milicias proiraníes Hachd al-Chaabi (Multitud Popular), una alianza chií opuesta a la presencia estadounidense en Irak y a sueldo de Teherán.

Tras el último ataque israelí, el martes, contra un depósito de armas de la milicia en Balad, en el norte de Bagdad –dos combatientes muertos– su «número dos», Abu Mahdi al-Muhandis, acusó a EEUU de haber «trasladado a través de Azerbaiyán cuatro drones israelíes» para perpetrar los ataques contra las bases de la milicia en Irak, que son intermitentes, pero incesantes, desde julio.

Tras reunirse con el presidente iraquí, Barham Saleh, el máximo líder de Hachd al-Chaabi, Faleh al-Fayyadh, desacreditó a su adjunto y se limitó a señalar que «las investigaciones siguen su curso».

Y es que esta campaña de ataques es un verdadero problema para Bagdad, atrapado entre los rescoldos de la ocupación estadounidense y su dependencia creciente respecto a Irán.

La milicia chií iraquí y proiraní presenta sus credenciales en la lucha contra el Estado Islámico. Israel destaca que, en paralelo, ha combatido junto con Irán y Hizbulah en Siria en defensa del régimen y justifica sus ataques para frustrar un intento de Teherán de establecer en suelo iraquí un puente terrestre para rearmar a la guerrilla libanesa desde 1.200 kilómetros de distancia. Una pesadilla para el Estado sionista.

Damasco lanza un pulso a Ankara al rodear un puesto de control turco en Hama

Las fuerzas progubernamentales sirias han lanzado un pulso al Ejecutivo de Ankara al rodear el viernes un puesto de control del Ejército turco en el norte de Hama, en la frontera con Idleb, en el marco de su ofensiva para reconquistar esta última provincia, otrora rebelde y ahora en manos de una coalición salafo-yihadista que incluye a Al Qaeda.

El puesto de control, negociado por Turquía con Rusia en el marco de un acuerdo de desescalada que ha quedado en papel mojado está situado al sur de Jan Sheijun, ciudad del sur de Idleb reconquistada hace días por las fuerzas pro-Assad. El objetivo de estas es recuperar el control de la carretera que comunica Damasco con Alepo.

Con sus tropas cercadas, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, viaja mañana a Moscú a implorar auxilio a su homólogo ruso, Vladimir Putin.D.L.