Soledad GALIANA
DUBLÍN
LA DERIVA dEL BREXIT

El Parlamento británico derrota a Johnson y su plan de suspensión

El debate en la Cámara de los Comunes culminó ayer con la derrota del plan de Boris Johnson de suspender el Parlamento británico y ahora serán los diputados los que decidirán la agenda legislativa y una más que probable prórroga de la salida de la Unión Europea hasta al menos enero de 2020. El futuro de Johnson y de su Gobierno peligra.

La propuesta del primer ministro británico, Boris Johnson, de suspender el Parlamento para facilitar a su Gobierno un Brexit sin acuerdo ha sido frenada por el voto de 328 diputados frente a 301 diputados que le apoyaron. Johnson podría sufrir hoy una segunda derrota si plantea un adelanto electoral que será rechazado hasta asegurar la prórroga de la salida de la Unión Europea hasta el próximo año. El Parlamento le habría arrebatado la agenda legislativa al Gobierno.

No empezó bien la mañana para el primer ministro británico, Boris Johnson. No solo se desmoronaba el Partido Conservador ante sus ojos, también debe encarar dos casos en tribunales de Edimburgo y Londres contra su decisión de suspender el Parlamento.

Sin embargo, la mayor humillación estaba por llegar. Durante la primera sesión parlamentaria después de las vacaciones de verano, en esa en la que pretendía cerrar el Parlamento para forzar un Brexit duro, sin acuerdo, y mientras Johnson presentaba la Declaración del G7 de Biarritz, uno de los diputados conservadores, Philip Lee, cruzaba la Cámara para sentarse al lado de la líder liberal demócrata, Jo Swinson, acabando así de facto con la mayoría de la formación tory, a la vez que acusaba al Gobierno de Johnson de «usar manipulación, bullying y mentiras» para imponer un Brexit sin acuerdo con la UE.

La declaración de Johnson en la tarde del lunes, en la que amenazaba con la expulsión del partido de los diputados conservadores que habían anunciado su apoyo a una propuesta de ley de los laboristas para pedir una prórroga para la salida de la Unión Europea hasta enero del 2020 e incluso a los que se abstuvieran en la votación y advertía que si no conseguía el apoyo parlamentario para salir de la UE a finales de octubre convocaría elecciones generales, sirvió para avivar el fuego de la rebelión en las filas conservadoras, un fuego que no pudo ser controlado por Johnson durante la reunión que mantuvo con los diputados díscolos durante la mañana de ayer.

Al abandonar el encuentro, los parlamentarios afirmaron que Johnson no tiene ningún plan de salida, a pesar de las afirmaciones del primer ministro británico, que aseguró que las negociaciones con la UE van bien. Los negociadores europeos se mostraron sorprendidos por la declaración del premier británico, a la vez que confirmaban que las negociaciones no han registrado ningún avance en las últimas semanas.

A pesar de estas declaraciones desde Bruselas, Johnson volvió a decir ante el Parlamento que un nuevo acuerdo estará listo para ser aprobado por la UE el 17 de octubre, mientras los diputados le pedían explicaciones sobre un artículo publicado por el “Daily Telegraph” que recogía una filtración sobre que las negociaciones con la UE eran «un engaño» para ganar tiempo, conseguir un Brexit sin acuerdo y acusar a las instituciones europeas de ello. Esa es, precisamente, la visión de Ken Clark, uno de los conservadores pro-europeos que apunta que la estrategia de Johnson es obvia: establecer condiciones imposibles, atribuir tanta culpa como sea posible a la UE por el fracaso para llegar a un acuerdo, y luego celebrar unas elecciones lo más rápido posible, antes de que las desventajas de la falta de acuerdo se hagan evidentes.

La llamada «propuesta Benn», que plantea extender la implementación del artículo 50 y la salida de la UE hasta enero, fue el último punto a discutir en la sesión del Parlamento, aunque el Brexit empapó todo el debate.

Johnson calificó la «propuesta Benn» como una rendición, a lo que el líder del partido laborista, Jeremy Corbyn respondió recordándole a Boris Johnson que «no estamos en guerra con Europa, son nuestros socios».

 

Cronología

El proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europea ha entrado en su fase decisiva, con la mayoría de los posibles escenarios todavía abiertos. Londres debe decidir en los próximos dos meses si abandona el bloque comunitario con un acuerdo, ejecuta una salida abrupta o bien solicita una nueva extensión del plazo. Estas son las fecha clave.

3 de setiembre

El Parlamento británico reabrió sus puertas tras el receso veraniego. Diputados opositores, con la colaboración de algunos conservadores, trataban de tomar el control de la agenda para impulsar una ley que bloquee la posibilidad de un Brexit duro.

4 de setiembre

Si los diputados han superado el primer escollo, la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores comenzarán a tramitar esa legislación. El proceso puede demorarse varios días, y no se descarta que se convoque una sesión especial el viernes, 6 de setiembre.

9 de setiembre

La legislación debería estar lista para recibir el asentimiento de la jefa de Estado, Isabel II, paso indispensable para que entre en vigor.

9-12 de setiembre

El Parlamento suspenderá sus sesiones por orden del primer ministro, Boris Johnson. La decisión ha levantado polémica en Reino Unido, dado que la oposición la ha interpretado como una maniobra para evitar el escrutinio del poder legislativo en un momento de crisis nacional.

14 de octubre

Isabel II reabrirá las cámaras con un discurso en el que establecerá las prioridades del Gobierno. Ese mismo día es la fecha más probable que se baraja en caso de que Johnson decida convocar unas elecciones generales anticipadas.

17 de octubre

Comienza la reunión del Consejo Europeo en la que Johnson espera firmar un nuevo acuerdo de salida, con mejores condiciones para Reino Unido de las que negoció su predecesora en el número 10 de Downing Street, la también conservadora Theresa May.

31 de octubre

Fecha límite para ratificar un acuerdo, o bien para que Reino Unido abandone el bloque comunitario de forma no negociada.