GARA
FRANKFURT

Del «dieselgate» al coche eléctrico, Volkswagen quiere pasar página

Nuevo vehículo, nueva gama, nuevo logo: para el gigante automovilístico Volkswagen, el Id.3, presentado ayer en el Salón Internacional de Frankfurt, es al mismo tiempo una apuesta de 30.000 millones por el coche eléctrico y la esperanza de pasar la página del «dieselgate».

Ante las estrictas normas europeas sobre emisiones de CO2, «el éxito» del solo eléctrico ID.3, desvelado en el Salón del Automóvil de Frankfurt, «es vital» para el futuro de Volkswagen, como resumió a la agencia France-Presse Stefan Bratzel, director de Center of Automotive Management (CAM), instituto independiente para la investigación automotriz.

El grupo alemán ha desplegado grandes medios para ofrecer una imagen «más joven, más dinámica y más moderna», según Ralf Brandstätter, director de la marca VW. Por primera vez desde 2012, decenas de miles de logos serán cambiados en los concesionarios, primero en Europa y después en el resto del mundo, antes de la llegada de su nuevo vehículo estrella.

Se trata de «recuperar la estima de la sociedad» cuatro años después de que estallara el mayor escándalo industrial de Alemania tras la II Guerra Mundial, indicó Brandstätter. En 2015, VW reconoció que había instalado en 11 millones de automóviles un software que hacía aparecer niveles más bajos de contaminación en los tests de laboratorio que los que realmente se registraban en carretera.

Pero, paradójicamente, este escándalo, que le ha dejado un coste de más de 30.000 millones de euros, se ha revelado como «un catalizador de la movilidad eléctrica» para Volkswagen, según comentó Bratzel.

Este primer modelo de la serie “ID”, que se va a vender a «menos de 30.000 euros», es un «producto clave» presentado en un «momento clave», subrayó Brandstätter. Con él se inaugura la plataforma tecnológica especialmente concebida para el coche eléctrico bautizada “MEB”, común para todos los modelos de la gama. «Con el ID.3, Volkswagen puede cubrir el retraso tecnológico que había acumulado en el eléctrico» ante competidores como el estadounidense Tesla y los chinos BYD y BAIC», señaló el citado directivo.

Es mucho lo que está en juego: a partir del próximo año, los fabricantes deberán exhibir en su flota de automóviles nuevos vendidos en Europa emisiones medias de CO2 de menos de 95 gramos por kilómetro. Si no lo hacen, las compañías corren el riesgo de afrontar grandes multas. Cada gramo de exceso costará 95 euros, que habrá que multiplicar por el número de coches vendidos en Europa.

Objetivo muy ambicioso

El objetivo que se ha hecho público es el de un millón de vehículos “cero emisión” vendidos anualmente de aquí a 2025 y Volkswagen afirma que ya ha recibido 30.000 pedidos anticipados para una primera edición limitada, la del “ID.3 1st”, más cara que el modelo básico.

Por ahora, la venta de vehículos totalmente eléctricos no representa más que el 2% del mercado mundial. Y solo un 16% de los alemanes que prevén comprar un coche elegirían hoy un eléctrico, según un sondeo de Kontar para EON. «Tienen que encontrar una manera de venderlos; de lo contrario, no sobrevivirán», destacó Ferdinand Dudenhöffer, director de Center Automotive Research (CAR).