Gloria Rekarte
Expresa
AZKEN PUNTUA

Cuando el mal menor es...

Me alegro porque cientos de amigos y familiares no tendrán que dejarse la salud y la economía para unos minutos de visita. Me alegro porque 38 niños y niñas no tendrán que cambiar tramos de infancia y adolescencia por el tedio y el peligro de los fines de semana en carretera. Me alegro por los 47. Porque, por fin, van a dejar atrás los años de zozobra y la amenaza de la cárcel y el alejamiento emborronando cualquier proyecto de futuro. Me alegro porque podía haber sido peor, pero me resisto a llamar mal menor al que sigue siendo uno de los peores males.

Ayer se escribió un nuevo capítulo en el relato porque, como mal menor, 47 personas tuvieron que aceptar una culpa que no tienen. Porque nadie es ya lo suficientemente ingenuo para pensar que pruebas y alegaciones pueden demostrar la inocencia, o invalidar una condena que viene impuesta por default. Un nuevo capítulo porque la absoluta desconfianza en una justicia cuya primera señal de advertencia es la existencia de un tribunal de excepción, ha llevado a 47 personas a abandonar cualquier esperanza de un juicio justo. Ese es el relato que se escribió ayer. El de la vergüenza, no el del triunfo, del Estado de derecho. Y no, no es ese el relato por el que cantan victoria los usuarios del «todo es ETA»&hTab;, pero es el que realmente escribieron ayer acusaciones y acusados.