«Al afirmar que somos humanistas, a veces somos demasiado laxos», aseguró el presidente francés, Emmanuel Macron, al pasar a la ofensiva en materia de inmigración, una cuestión que no quiere dejar a la derecha y a la extrema derecha de cara a las próximas elecciones, incluidas las presidenciales de 2022.

Unas horas antes del desalojo de un campamento en Grande Synthe (norte), que acogía a más de un millar de personas, en un discurso ante diputados y senadores de su partido el lunes por la noche, Macron afirmó que las redes de contrabando de personas y las «personas que manipulan» el sistema están «abusando» de las leyes de asilo en el Estado francés.

«Los flujos de entrada nunca han sido tan bajos en Europa y las solicitudes de asilo nunca tan altas en Francia», recalcó, a 15 días de un debate parlamentario sobre la inmigración. «No tenemos derecho a no hacer frente a ese tema. Si no lo afrontamos, lo sufriremos», advirtió.

A pocos meses de las elecciones municipales de marzo, llamó a su partido a no ser un «partido burgués» que ignore la opinión de la clase trabajadora seducida por la extrema derecha. «La burguesía no tiene ningún problema: no se cruza con ellos. La clase obrera vive con ellos. La izquierda no quiso mirar este problema durante décadas. Por lo tanto, las clases trabajadoras se han desviado hacia la extrema derecha», sostuvo.