Antonio Alvarez-Solís
Periodista
AZKEN PUNTUA

La toma de la pastilla

Creo que sí, que sí lo ha dicho. Así es, lo acabo de leer en la poderosa prensa madrileña. El Sr. Sánchez, presidente en funciones del Gobierno –¡que adecuado es eso de «en funciones»!–, ha dicho que «no hubiese dormido por las noches, si hubiera aceptado las imposiciones del Sr. Iglesias!» ¡Eso es moral! De estar yo en La Moncloa le hubiera dado un abrazo al Sr. Iglesias y a sobar.

Pero a mí me preocupa la salud de nuestros gobernantes. Menudo susto me dio el Dr. Marañón cuando me aseguró que Franco era hipogonádico.

Debe tenerse en cuenta que el Sr. Iglesias seguirá con vida muchos años y que, por tanto, puede acabar con el Sr. Sánchez mediante la inducción a la agripnia. Si yo estuviera en la Moncloa haría al Sr. Iglesias vicepresidente y ¡a sobar!

Dormir es mi máxima ambición de anciano. Tanto es así que he grabado este mensaje en mi teléfono: «Si quiere hablar con el Sr. Solís llame dentro de tres horas porque está echando la siesta».

De todas formas no sé por qué el Sr. Sánchez ha de vivir con el riesgo del insomnio. Ahora hay remedio fácil para estas cosas. Haga lo que haga el Sr. Iglesias, el Sr. Sánchez manda a un portavoz en funciones a la botica a que adquiera el fármaco adecuado ¡y a tomar la pastilla!