Ramón SOLA
DONOSTIA

Fallece Louis Joinet, implicado por el desarme y por los presos vascos

Louis Joinet, jurista francés de mucho prestigio implicado en los últimos años en la causa vasca hasta el punto de haber sido denunciado en la Audiencia Nacional por Covite, ha fallecido a los 85 años. En una entrevista publicada por GARA en octubre de 2015, cuatro meses después de la celebración de la Conferencia de París, cita en la que ejerció como presidente, Joinet expuso su convicción de que «la ley debe interpretarse en favor de la paz, no para la represión».

Louis Joinet falleció ayer a los 85 años tras una larga carrera en la judicatura (y tangencialmente en la política) francesa, una gran aportación al paradigma de resolución de conflictos en el ámbito internacional y una importante implicación en Euskal Herria en los últimos años, tanto para la cuestión del desarme como para la de los presos.

Su figura tomó relevancia pública aquí como uno los artífices de la Conferencia de París de junio de 2015, en la que un centenar de personalidades francesas demandaron avances en el proceso vasco. Ejerció como presidente de aquella sesión.

Unos meses después, en octubre, entrevistado por GARA, expuso su convicción de que «la ley debe interpretarse en favor de la paz, no para la represión». Y desveló, entre otras cosas, que había jugado un papel de «facilitación interna en ETA». Ello hizo que apenas tres días después Covite le denunciara en la Audiencia Nacional.

La querella no amilanó a Joinet, que el 8 de abril de 2017 participó en los actos de Baiona que envolvieron la culminación del desarme de ETA. Bajo un intenso calor que delató que su estado físico era débil, leyó la declaración impulsada por los Artesanos de la Paz junto a Susana George, Estitxu Eizagirre y Fernando Armendáriz.

Aquella movilización lanzó un «orain presoak» como hilo conductor de la siguiente fase, y también en ella Joinet tuvo una potente implicación. Lo prueba la disposición a acoger en su domicilio a Josu Urrutikoetxea, hecha saber al tribunal que evaluó su puesta en libertad en junio.

Louis Joinet también siguió muy de cerca y desde hace años los casos de otros presos vascos como Lorentxa Beyrie, a quien se niega la libertad condicional. Estuvo también junto a los 11.000 vascos que en diciembre de 2017 protagonizaron una marcha histórica a París para reclamar que se afrontara la cuestión de los prisioneros.

Mediante notas de prensa o las redes sociales, distintas asociaciones y organizaciones, como Bakebidea, el Foro Social o EH Bai, mostraron sus condolencias y resaltaron su labor en favor de la paz. El sindicato de la magistratura también mostró su pesar por la pérdida de uno de sus «fundadores históricos».