Víctor ESQUIROL
THE AUDITION

La (mala) educación de la profesora de violín

La educación (esa eterna materia de discusión) es uno de los temas centrales de “The Audition”, nueva película como directora de Ina Weisse, y con Nina Hoss reivindicándose de nuevo como la actriz seguramente más valiosa de la que ahora mismo disponga la cinematografía alemana. Ella es claramente el centro gravitacional alrededor del cual navega una cámara siempre en busca de aquello que esconde la epidermis de las imágenes captadas.

La historia se escribe a través del día a día de una profesora de violín que acaba de apadrinar a un adolescente en el que ella ve potencial. Weisse juega constantemente con elementos que nos pueden remitir a “Whiplash”, de Damien Chazelle, a “La profesora de parvulario” (tanto la original de Nadav Lapid como su correspondiente remake americano, a manos de Sara Colangelo) y, por supuesto, a “La pianista” de Michael Haneke.

Así pues, de lo que se trata aquí es de mostrar la herida que se esconde después de la apariencia (falsa, ni falta hace decirlo) de perfección. La cineasta germana mete el dedo ahí donde más duele, incluso en las escenas que aparentan estar estregándose al alivio de la anécdota.

Con todo ello, los lazos que unen a madres e hijos se rigen por mecánicas más propias de las que rigen las relaciones entre profesores y alumnos, y claro, así todo se pervierte. La pulcritud en la puesta en escena con la que abre “The Audition”, se va deteriorando, poco a poco, hasta alcanzar un clímax en el que ya no pueden mantenerse las apariencias ni un segundo más.

La mirada de Nina Hoss, siempre penetrante, se le gira en contra, amenazando ni más ni menos que con la auto-destrucción. Chazelle, por lo visto, llevaba toda la razón del mundo. Es la educación convertida en un canal transmisor de los peores residuos de la experiencia vital. Son las frustraciones de los adultos vistas como los agobios asfixiantes que tendrán que sufrir los jóvenes. Suena a puro veneno, y así mismo se comporta la partitura.