Belén Martínez
Analista social
AZKEN PUNTUA

Thoreau y la emergencia climática

Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Lyon considera «legítimo» apoderarse de un retrato de Macron para reclamar medidas económicas y legislativas, ante la emergencia climática que afecta gravemente al futuro de la humanidad. Quienes juzgan entienden que la acción de sustraer un objeto de valor altamente simbólico, no debe ser castigada, calificando los hechos como «desórdenes públicos muy moderados». Esta decisión, que puede sentar jurisprudencia, es histórica no solo para la Asociación No Violenta COP21, sino también para el conjunto del movimiento de desobediencia civil.

De la sentencia se desprende que, cuando el Estado no respeta los retos climáticos, existe el deber de desobediencia, y que la emergencia climática constituye un estado de necesidad. Descolgar el retrato del presidente de la República, y sustraerlo para ser exhibido en movilizaciones ecologistas, debe de ser interpretado como un sucedáneo necesario de «un diálogo impracticable entre el Presidente y el Pueblo». Una forma de increpar a Macron «ante un peligro grave, actual e inminente».

Gracias a la sentencia, puede que las glicinias, tan apreciadas por el Thoreau agrimensor y naturalista, revivan y florezcan, llenas de fuerza. Zadistas del mundo: el fin sí justifica los medios.