Dabid LAZKANOITURBURU
LA DERIVA dEL BREXIT

Johnson acata el varapalo judicial y reta a elecciones anticipadas

El Tribunal Supremo ha propinado un varapalo judicial en toda regla al primer ministro británico al juzgar como ilegal el cierre del Parlamento y ordenar su reapertura inmediata. Desde Nueva York, Johnson acató el fallo e insistió en pedir comicios anticipados. La oposición laborista no traga y exige antes conjurar el riesgo de un Brexit duro.

El Tribunal Supremo británico sentenció que el cierre parlamentario forzado por el Gobierno de Boris Johnson es «ilegal, nulo y sin efecto», por considerar que perjudica la actividad legislativa y que «no hay justificación» para una medida que podría acarrear consecuencias «extremas» para la democracia.

El Alto Tribunal determinó que tiene competencias para pronunciarse sobre la legalidad o no del cierre del Parlamento, por entender que analizar los límites de este tipo de suspensiones es también una cuestión de los jueces y no forma parte únicamente del debate político.

El Supremo, que reunió a once magistrados para analizar este caso –el mayor número posible– asumió que «no es una suspensión normal» por el tiempo elegido por el Gobierno, en la medida en el que la actividad no se retomaría hasta el 14 de octubre, a 15 días de la fecha del Brexit (31 de octubre).

La consideración por parte del Supremo de que la cuestión excede el debate político y afecta a la justicia no es baladí, por cuanto obliga en principio a reabrir el parlamento cuanto antes y dificulta un nuevo cierre, aunque esta vez se hiciera asegurando su legalidad.

Fallo histórico

Tony Travers, experto de la London School of Economics, avanzaba el lunes que si se daba este tipo de fallo, «la Corte Suprema británica se convierte en árbitro, en una suerte de corte constitucional en un país sin constitución escrita».

Robert Hazell, del University College London, coincidía en que «sería una gran etapa, el más importante affaire constitucional de este decenio y posiblemente del siglo».

El Tribunal Supremo recibió dos sentencias divergentes de tribunales de menor rango. La Alta Corte de Londres consideró que no podía entrar en una decisión política, mientras que el Alto Tribunal de Escocia sí la consideró ilegal.

La presidenta del Supremo, Brenda Hale, aseguró que «la decisión de aconsejar a Su Majestad que suspendiera el Parlamento fue ilegal, porque tenía el efecto de frustrar o impedir la capacidad del Parlamento de llevar a cabo sus funciones constitucionales sin una justificación razonable». Hale enfatizó que esa «suspensión prolongada de la democracia parlamentaria se produjo en unas circunstancias bastante excepcionales: el cambio fundamental que iba a producirse en la Constitución del Reino Unido el 31 de octubre (...). El Parlamento, y en particular la Cámara de los Comunes como representantes electos de los ciudadanos, tienen el derecho a tener voz en cómo se produce ese cambio», remarcó.

Tras conocerse el inequívoco fallo, el presidente de los Comunes, John Bercow, adelantó que las sesiones parlamentarias se reanudarán hoy, a las 10.30 GMT (12.30 en Euskal Herria), y avanzó que si bien no habrá sesión de preguntas al primer ministro en los Comunes, se dirimirán cuestiones y solicitudes de debate con carácter de urgencia.

Johnson, en Nueva York

Johnson recibió la noticia en Nueva York, en la Asamblea General anual de la ONU. La sentencia supone un nuevo varapalo, esta vez judicial.

El premier anunció que, «obviamente», respetará la sentencia pero sigue considerando que suspender la actividad parlamentaria fue «la decisión correcta» y criticó el fallo.

«Discrepo profundamente con la decisión del Tribunal Supremo. Tengo el máximo respeto por los jueces, (pero) no creo que sea la decisión correcta y pienso que la suspensión se ha utilizado durante siglos sin ningún tipo de problema» esgrimió Johnson, quien adelantó su regreso de Nueva York y anunció que estará en al capital británica media hora antes de que se vuelvan a reunir los Comunes.

Tras denunciar que «hay mucha gente que quiere frustrar el Brexit», volvió a retar a la oposición a que permita la convocatoria de elecciones anticipadas.

«Jeremy Corbyn habla del derecho y del revés cuando lo que debería pedir son elecciones», le retó. El primer ministro intentó convocar elecciones anticipadas en octubre pero la oposición le cortó el paso en el Parlamento ante el temor de que Johnson retrasase su convocatoria hasta después del 31 de octubre.

Johnson rechazó, eso sí, responder a preguntas sobre su dimisión y sobre si la sentencia deja en evidencia a la reina Isabel.

La reina Isabel queda en una posición como poco incómoda

¿La reina Isabel ha sido instrumentalizada por Johnson? Por de pronto, la sentencia deja a la soberana en una posición como poco incómoda.

«Nunca un primer ministro había tratado a la monarquía o al Parlamento como ahora», denunció el expremier conservador, John Mayor, uno de los recurrentes junto a Gina Miller.

«Es un momento problemático para el palacio» de Buckingham, concedió Jonny Dymond, corresponsal de la BBC para los asuntos reales al plantear una cuestión insoslayable. «¿Cuál es el papel que le queda a una monarquía hereditaria?».

La reina, de 93 años, dio su acuerdo y puso su firma a la prórroga de la suspensión del Parlamento tras una simple llamada telefónica del primer ministro, según señaló ayer el Tribunal Supremo en su sentencia. ¿Tenía la posibilidad de decir no? No, responden los constitucionalistas británicos, ya que consideran que era casi imposible que ella pudiera rechazar la petición de Boris Johnson. Es un verdadero campo de minas constitucional.

Un célebre periodista político del siglo XIX, Walter Bagehot, resumió los poderes de la reina: formular advertencias, dar ánimos y consejos.

Fiel a su deber de reserva, ella debe observar como jefa del Estado una estricta neutralidad en el plano político y aconseja rarísimas veces, y siempre de forma velada.

Eso sí, y a instancias del entonces premier, David Cameron, dio a entender que estaba en contra de la independencia de Escocia en el referéndum de 2014.

Sobre el Brexit, no ha dicho ni pío.

Según la constitución no escrita del Reino Unido, su legitimidad deriva de la voluntad popular, encarnada en el Parlamento. Es la reina quien abre y cierra sus sesiones. «Durante decenios, siglos, han reinado las convenciones y un acuerdo no explícito de que no llevar las cosas muy lejos. Boris Johnson lo ha destrozado», dice Dymond.

Nadie sabe lo que la reina y el primer ministro se dijeron en su conversación de finales de agosto. Sus detractores acusan a este de haber mentido a la reina y le comparan con Oliver Cromwell, quien disolvió el Parlamento en plena guerra civil (1642-1660). Tras su muerte, sus restos fueron exhumados y su cabeza empalada en una pica en Westminster. GARA

La sentencia da un balón de oxígeno a Corbyn y adelanta el cierre de un congreso complicado

El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, adelantó su discurso ante el congreso anual de su formación a fin de poder participar hoy en la reanudación de las sesiones parlamentarias.

Corbyn tenía previsto intervenir ante los delegados reunidos en Brighton (sur de Inglaterra) entrada la tarde de ayer en lugar de en la jornada de clausura de hoy, como estaba previsto.

El líder adjunto laborista, Tom Watson, cuya intervención prevista ayer se había trasladado a hoy, tuvo que cancelarla para volver a la Cámara de los Comunes. Curiosamente, la anulación por Watson de su discurso beneficia a Corbyn, pues el líder adjunto, del ala blairista y que a menudo contradice la línea oficial, es visto como un obstáculo por los partidarios del proyecto corbynista, que planeaban hacerle el vacío en su intervención después de que el pasado fin de semana intentaran desbancarle del cargo en una maniobra que fue frenada por el propio Corbyn.

El líder laborista participará por tanto en la sesión de hoy en la Cámara de los Comunes, donde no habrá las habituales preguntas al primer ministro y es posible que los diputados tomen medidas para prevenir otra suspensión ilegítima del Parlamento.

En una intervención especial en Brighton, Corbyn pidió ayer a Johnson que, visto el dictamen, dimita del cargo al frente del Gobierno.

Corbyn celebró que el Supremo haya confirmado que Johnson «actuó mal al clausurar el Parlamento» y que mostró «un desprecio por la democracia». Su discurso fue aplaudido entre gritos de «¡Johnson fuera!» de los presentes en el hasta ayer bronco congreso.D.L.

La araña gigante de la presidenta de la Corte

Fue la encargada de comunicar la sentencia pero la presidenta del Tribunal Supremo, Lady Brenda Hale, sorprendió a algunos quizás más por llevar un broche en forma de araña gigante.

¿Cuál es el mensaje?, se preguntan no pocos observadores. Para algunos, el broche es una alusión al escritor Walter Scott. «Oh, qué red enmarañada tejemos cuando intentamos engañar». El paralelismo con el Brexit, sus enredos y la presunta mentira de Boris Johnson a la reina cuando le pidió que suspendiera el parlamento, es evidente.

Un tuit tendencioso yuxtapone una foto de Lady Hale y su broche con una tela de araña en la que aparece atrapada la cabeza de Johnson.

Un portavoz del Supremo se limitó a señalar que «Lady Hale tiene un pequeña colección de broches. Es todo lo que puedo decir».D.L.