GARA
quito

La ira indígena toma las calles de Quito contra los recortes de Moreno

Miles de indígenas tomaron ayer las calles del centro histórico de la capital ecuatoriana, Quito, en protesta por el alza del precio de los combustibles, en el marco de un acuerdo crediticio con el FMI. Quito y Guayaquil fueron escenario de enfrentamientos.

Son miles de hombres y mujeres que se declaran en pie de lucha. Exudan desconfianza. Después de que su ira se creyera apagada, los indígenas se presentaron de nuevo en Quito para luchar contra un viejo adversario: «el paquetazo» del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ayer el movimiento indígena ecuatoriano, que estuvo tras el derrocamiento popular de tres gobiernos entre 1997 y 2005, volvió a hacer una demostración de fuerza.

Los manifestantes salieron desde la Casa de la Cultura Ecuatoriana, situada en el llamado Parque El Arbolito, donde se reunieron tras llegar a principios de semana desde el interior del país en caminatas, autobuses y camiones.

Por su parte, representantes de los sindicatos y otros movimientos sociales, que también tenían previsto marchar ayer en Quito, cortaron a primeras horas de la mañana un tramo de la avenida 10 de agosto, una de las vías que lleva al casco histórico de Quito y escenario la semana pasada de violentas manifestaciones.

Perteneciente a la comunidad de Zumbahua, en la provincia de Cotopaxi (centro andino), Diana Guanatuña, reclamó porque consideran que han sido discriminados por el Gobierno de Lenín Moreno que, por su lado, asegura tener el diálogo abierto con los indígenas, a quien suele llamar «hermanos».

Aunque algunos líderes indígenas aseguran que marchan para que el Gobierno derogue un decreto de la semana pasada con el que eliminó el subsidio a los combustibles, Guanatuña declaró a Efe que también quieren que «se vaya el Gobierno (pues) ha tenido suficiente tiempo para demostrar qué puede hacer por este pueblo y no ha hecho nada».

Lo mismo aseguró Segundo Roldán, de la provincia del Chimborazo (centro), quien sostiene que la elevación de los precios de los combustibles le afecta directamente en su trabajo de agricultor.

Ayer mismo, Moreno volvió a defender los recortes decretados por su Gobierno y que han provocado las protestas en el país. Las medidas incluyen la eliminación de los subsidios a los combustibles, que, a su juicio, beneficiaban «a los más ricos y a quienes traficaban con el esfuerzo de los ecuatorianos para subsidiar el diesel y la gasolina».

«Es una medida justa, que beneficia a los más pobres y va en detrimento de aquellos que se han estado beneficiando de un subsidio de lo más injusto», apuntó el presidente.

La medida, que disparó los precios del diésel y gasolina hasta en un 123%, forma parte de un acuerdo pactado con el FMI para obtener millonarios préstamos destinados a aliviar la falta de liquidez de la dolarizada y endeudada economía.

«No es posible que un Gobierno neoliberal venda la sangre de nuestro pueblo al FMI y por eso nos declaramos en lucha indefinida. ¡No al paquetazo!», señaló Jaime Vargas, presidente de la influyente Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).

Moreno intentó sin éxito contener la marcha hacia la capital iniciada la semana pasada decretando el estado de excepción y desplegando a las Fuerzas Armadas, pero finalmente decidió huir y llevarse a su Gobierno a Guayaquil.

Correa no descarta ser candidato

El expresidente de Ecuador Rafael Correa aseguró ayer que «si es necesario» se presentará a unas eventuales elecciones anticipadas en su país, sumido actualmente en una crisis social, aunque aseguró que el Gobierno de Lenín Moreno intentará impedirlo.

«Si es necesario que sea candidato, lo seré», declaró Correa a la prensa en Bruselas, aunque precisó que al haber sido «inhabilitado entre comillas para ser presidente» –en el referéndum promovido por Moreno en 2018 sobre una reforma de los mandatos presidenciales que le impide al expresidente optar a un cuarto–, la opción pasaría por postularse de «vicepresidente para abajo».

Correa dijo que el Ejecutivo de Moreno intentará «impedir» su participación en unas elecciones anticipadas, cuyo adelanto volvió a reclamar. «Yo voy y que me metan preso, pero que me dejen inscribir primero», pidió.

Volvió a negar las acusaciones de que intenta derrocar a su sucesor en alianza con Nicolás Maduro.GARA